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“A dormir bien en estas vacaciones, tu cerebro lo necesita»

Los padres de hijos adolescentes, sienten preocupación cuando observan que sus hijos, no están durmiendo bien y a la verdad, muchos adolescentes no duermen lo suficiente. Van a la cama, más tarde que los niños pequeños y en época escolar, se levantan muy temprano, esto debido al horario de su colegio. Se acuestan tarde realizando tareas escolares o porque pasan demasiado tiempo en las redes sociales hasta la madrugada. El dormir hasta tarde los fines de semana, como muchos lo hacen, no recupera el sueño perdido.

Los adolescentes que tienen programas irregulares de sueño, tienden a tener una privación crónica de sueño y a estar soñolientos durante el día. Por eso cuando están en el colegio, no logran concentrarse y obtienen un mal desempeño.También pueden tener problemas emocionales, como una depresión.

¿Qué es lo que impide a los adolescentes, dormirse temprano?

En parte porque tiene que realizar una tarea, les gusta hablar por teléfono con los amigos o la novia(o), navegar en la internet, ver su programa favorito en la tele o porque desean actuar como “adultos”. Los estudios científicos indican que los adolescentes necesitan dormir aproximadamente 9 horas cada noche. Por lo tanto, si un adolescente se ha de levantar a las 5 de la mañana para ir a la escuela, debería acostarse a las 8 de la noche para alcanzar las 9 horas de sueño nocturno.

De todos modos, muchos adolescentes tienen problemas para conciliar el sueño tan temprano. Esto no se debe a que no se quieran dormir, sino a que sus cerebros pasan por un cambio en el ciclo natural del sueño o sistema de ritmos circadianos.

Durante la adolescencia, el ritmo circadiano del cuerpo (una especie de reloj biológico interno) se reajusta e indica al adolescente, que se duerma más tarde por la noche y que se despierte más tarde por la mañana. Este cambio en el ritmo circadiano parece obedecer a que los adolescentes fabrican la hormona cerebral melatonina más tarde por la noche que los adultos y los niños, lo que hace que les resulte más difícil conciliar el sueño. El ritmo de secreción de la melatonina, una hormona detectable en la saliva, es un indicador de cuándo el cerebro, está listo para dormir.

A veces, este retraso en el ciclo de sueño y vigilia es tan marcado que afecta al funcionamiento cotidiano de una persona y si un adolescente con privación de sueño se lleva el celular a la cama para navegar por Internet o escribir mensajes hasta tarde por la noche, su exposición a la luz también puede alterar su ritmo circadiano, resultándole todavía más difícil conciliar el sueño.

¿Qué ocurre durante el sueño?

Nuestros cerebros atraviesan 5 fases de sueño y las podemos observar mediante técnicas neurofisiológicas de registro , las cuales han permitido demostrar que el sueño no es un proceso homogéneo, sino que se organiza cíclicamente en varias fases. Utilizando registros poligráficos (el electroencefalograma (EEG), el electrooculograma (EOG) y el electromiograma (EMG), se observa que al dormir tenemos dos tipos de sueño: el NO REM y el REM, (por sus siglas en inglés; en español se debería llamar «MOR», de «movimientos oculares rápidos»).lo cual da lugar a 5 fases. Un ciclo completo de sueño dura aproximadamente de 90 a 100 minutos. Por lo tanto, durante una noche de sueño promedio, una persona tiene cuatro o cinco ciclos de sueño.

Para los padres…

Los padres deben hacerles entender a sus hijos adolescentes, la importancia que tiene dormir para rendir en el colegio y sentirse con más energía, sin llegar agotados al final del día o al fin de semana, ayúdales a establecer un patrón de sueño que se adapte a sus horarios escolares, sin grandes desfases entre los días de colegio y el fin de semana. Es imprescindible preparar por la noche todo lo que sus hijos necesitarán el día siguiente (libros, material escolar, la merienda, ropa, etc.) Eso permitirá tener todo organizado y por lo tanto, levantarse más tarde y aprovechar el tiempo.

Prueba a retrasar progresivamente la hora de irse a la cama, hasta dar con la que mejor funcione para ellos, mantieniendo fija la hora de levantarse, (la cama es para dormir, no para leer, ni hacer tareas, y mucho menos comer).

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