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Ahora es ‘Charlie’ el que está asustando a nuestros niños

Son muchas las denuncias que se vienen presentando en el país con relación a un nuevo juego diabólico llamado ‘Charlie’; hoy no es más que un sinónimo de ouija, de los “Palitos”, “la piedrita” y tantos juegos diabólicos que poco a poco han venido evolucionando en nuestra sociedad. Durante los años 30, 50 se hablaba mucho de la ouija, al punto que han realizado muchísimas películas alrededor de este tema.

Hoy la nueva tendencia en los colegios, los medios y las redes sociales es “Charlie”; nosotros en el Semanario La Calle informamos sobre esto y en nuestra editorial a manera de reflexión tocaremos este tema basándonos en dos puntos.

El primer punto, los colegios tienen hoy gran parte de la responsabilidad y de los comportamientos de los jóvenes en esta sociedad; ¿y esto por qué? pues, porque los padres y los acudientes deben analizar, evaluar las instituciones donde van a recibir educación sus hijos menores; porque, si tomamos en cuenta las horas que convive un estudiante en un colegio, se darán cuenta que la mayor parte del tiempo lo pasan con sus compañeros y con sus profesores. Entonces, nosotros tendemos a decir: “no que el papá y la mamá”, pero muchas veces los que deben aconductar a estos jóvenes son los profesores, psicólogos y orientadores profesionales que forman parte en estas instituciones. Lo que pasa es que comienzan a contratar “mamarrachos” que no cuentan con los perfiles; y obviamente “como mamarrachos, van a terminar educando mamarrachos”. Y aquel que se sienta aludido que venga y reclame en el Semanario.

Lo que se tiene que tener claro, es que este “fenómeno de Charlie”, que se está dando en los colegios; los primeros responsables y que tiene que poner un precedente, son los que dirigen los colegios. Y a esto hay que ponerle mucha atención, porque es que en los colegios, no solo encontramos: Drogadicción, prostitución, alcoholismo, ahora vemos prácticas diabólicas, y ¡hasta dónde iremos a ver cosas en los colegios! y obviamente los profesores, los directivos se lavan las manos como Pilatos.

Por otro lado los padres y acudientes o representantes, una cosa es que usted le entregue el menor al colegio y otra cosa es que usted no sea precavido, pues, así como usted revisa el celular, la cartera de su esposo u esposa; de igual forma debemos ser recelosos con nuestros niños: revisarles los cuadernos, la cartuchera, etc. “¡no que yo no le puedo invadir la privacidad a mi hijo!”, mis queridos lectores ¡ustedes deben invadirle la privacidad!, porque usted en estos momentos está aconductando, si usted no sabe en qué anda su hijo; luego él va a terminar adicto a las drogas; aparece luego con una enfermedad de transmisión sexual, puede que se haya prostituido la niña o el niño sea homosexual o este “poseído por un espíritu” por estar jugando con cosas malignas.

Lo cierto es que “Charlie” está de moda, y éste modismo, nosotros como medios de comunicación incurrimos en el error de replicarlo; porque puede que muchos colegios no estén aún enterados de esto, pero como en estos momentos está en todos los medios; estamos nosotros sirviendo para que esto se divulgue. Pienso que lo primero que debemos hacer nosotros como medio es no darle transcendencia al asunto y no divulgarlo. Cabe anotar, que a pesar de que yo en este medio lo estoy referenciando, el objetivo es muy diferente: lo que pretendemos es que entremos en razón de que lo que en estos momentos se está imponiendo como “Charlie” en otros tiempos fueron los palitos, las piedritas o tabla ouija; pero estamos lidiando con un problema que viene de mucho tiempo atrás, donde esa gente que practica la maldad, la brujería y la hechicería irrumpen con diferentes nombres y diferentes objetos para que los niños inocentes caigan en estas tendencias maliciosa.

¿Qué tenemos que hacer?, vigilar a nuestros menores, revisar en qué institución educativa los inscribimos, fijarnos, entrometernos, ver con quién anda, que les interesa; para que finalmente no suframos las consecuencias. Porque sí, está bien que en este caso hablamos de practicas diabólicas, también nos encontramos colegios en Valledupar y en el Cesar donde hay prostitución, alcoholismo, drogadicción y en donde se sufre de matoneo, golpes y transgresiones debido a que están contratando profesionales en las instituciones que no cuentan con el más mínimo conocimiento de lo que es una educación, básica, primario y secundaria y lo que se está logrando con esto es perjudicar a las nuevas generaciones de esta sociedad.

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