Desde el principio del periodo presidencial de Juan Manuel Santos en el año 2010, el desafío principal de éste ha sido el proceso de paz, acogido y celebrado por muchos; criticado y aborrecido por otros. En mi caso, celebro la firma del acuerdo de paz pero ésta no es la mayor hazaña de nuestro presidente, lo mejor está por venir: el posconflicto, a éste debe dársele un manejo muy inteligente y cuidadoso, pues la verdadera paz no se ha conseguido, hay que cerrar muchas brechas y la sutura para éstas no le alcanzaron a nuestro presidente.
Por estar sumamente concentrado en el proceso de paz descuidó la salud, la educación, las vías de acceso, la vivienda digna, el medio ambiente, el trabajo, el turismo, la defensa, el hambre, la miseria y sobretodo la justicia. Con todos éstos vacíos mencionados creen que puede haber paz? Si bien el pueblo corre la suerte de los gobernantes que elige, pues nuestra suerte está rebosada de incertidumbres, debido a que en Colombia veíamos muy lejos, casi imposible la crisis por la que estamos atravesando y nos llegó, precisamente por la falta de diligencia de nuestros gobernantes.
A mi modo de ver, la justicia se encuentra completamente desdibujada, los entes acusadores, investigadores y disciplinarios aprietan pero no ahorcan; es sumamente preocupante que el año anterior 18.000 presos hayan recuperado su libertad por vencimiento de términos, señalados de delitos como homicidio, porte ilegal de armas de fuego, hurto, extorsión y violencia intrafamiliar.
La Fiscalía General de la Nación cuando recibe una denuncia no pasa absolutamente nada, prueba de ello es que las agresiones al interior de las familias se convirtieron en el delito de mayor incremento en el país en 2016 y el tercero de mayor impacto después del hurto y las lesiones personales, aumentó un 20% en comparación al año anterior y las mujeres que habían denunciado con anterioridad ser víctimas de violencia intrafamiliar pasaron del 2.3% en 2008 al 10% en 2016.
La corrupción y la burocracia son dos cánceres que están haciendo metástasis en nuestras instituciones, es por esto que no hay eficiencia, los funcionarios estan disponibles pero no dispuestos a trabajar y “sudar la camiseta” por nuestra querida patria, por eso estamos demasiado lejos de salir del sub desarrollo en el que nos encontramos.
El pasado 5 de mayo la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales emitió la decisión de suspender las obras de la segunda calzada de la vía Cartagena-Barranquilla, del nuevo puente en el sector de La Bocana y la continuación de una infraestructura conexa por aparentes afectaciones ambientales a la Ciénaga de la Virgen. La importancia de ésta obra es vital, debido a que permite la comunicación del mar con la Ciénaga de la Virgen, que es uno de los recursos hídricos más importantes con que cuenta Cartagena, y estamos hablando fundamentalmente de 22 Km2, donde habita casi el 30 por ciento de la población cartagenera.
Algo tan sencillo, productivo y de gran impacto social como ésta obra, y que no sean capaces de hacerlo bien, con fundamento, dá mucha tristeza, impotencia y dolor de patria, y ahora hay perdido muchísimo dinero y lo que nunca regresa, el tiempo.
Los entes de control están llegando como bomberos a apagar el incendio, porque no estudian, investigan e intervienen previamente y así se evitaría tanto despilfarro. Resultados señores, es todo lo que merecemos como sociedad, que se vea justificado y retribuido el recaudo fiscal.
Todo esto para resaltar lo bien que hizo Panamá al separarse de Colombia el 3 de noviembre de 1903, después de la Guerra de los mil días. Hoy en día Panamá es un país hermoso, seguro, se siente la presencia del Estado por todas partes, su crecimiento está entre los 20 mayores del mundo y su emblema principal, considerada la ocatava maravilla del mundo, el Canal de Panamá, una obra de tanta envergadura que une el océano Atlántico y el Pacífico por más de 80 kms, sus esclusas, lagos artificiales, represas, desviación de ríos y su autosostenibilidad ambiental, merecen todos los elogios, que si hubiera estado bajo la construcción o administración del Gobierno Colombiano, seguramente lo hubieran vendido como en otros casos históricamente conocidos, o no estuviera generando utilidades y el gran desarrollo como lo ha hecho hasta ahora, o peor aún, nunca hubieran terminado su construcción…
Siendo así, y sabiendo cuáles son los desafíos particulares de cada gobernante y de los representantes de las principales entidades estatales, nuestro desafío como sociedad y parte única afectada dentro de ésta tormenta de intereses particulares, además de la democracia, vías de hecho y espacios como éste, es preciso conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras acciones. En cuanto conozcamos la esencia de todas las cosas, habremos alcanzado el estado de perfección que nos habiamos propuesto. Desde el hombre más noble al más humilde, todos tenemos el deber de mejorar y corregir nuestro propio ser.