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El exilio de Julio Casadiegos, ¿realidad o pantomima? 

Cuando menos se lo esperaban, Julio César Casadiegos Navarro regresó a la palestra pública en Colombia, tras permanecer cinco meses fuera del país al ser beneficiado de un asilo político en Canadá, a donde se trasladó con su familia, asegurando que su vida corría peligro ya que había recibido amenazas por haber denunciado casos de corrupción en el departamento del Cesar.

Aunque estaba en calidad de exilio, todo mundo sabía en qué lugar se encontraba, debido a que Casadiegos lo dio a conocer a través de las redes sociales, donde mostraba lo que hacía junto a su familia. Sin embargo, en las últimas semanas se le vio en la región, donde se ha reunido con algunos amigos con el fin de hacer proselitismo político de cara a las elecciones regionales que se llevarán a cabo el próximo mes de octubre.

En entrevista con el Semanario La Calle, el exdiputado de Cambio Radical contó que llegó a Canadá en septiembre de 2018, donde fueron recibidos por el gobierno canadiense, a través de un trámite de asilo político, aceptado el 28 de octubre del mismo año con un proceso legal hasta el año 2022, teniendo en cuenta que de este proceso hace parte el tema de residencia y ciudadanía, lo cual fue interrumpido para regresar a Colombia.

Sin embargo, en los corrillos políticos se comentan que, en realidad, el gobierno canadiense no habría encontrado razones suficientes en las presuntas amenazas, por lo que se le habría negado el asilo; lo que habría obligado al exdiputado a regresar a su país a hacer política. Pero él asegura lo contrario.

“Más allá de cualquier beneficio y ayuda que brinda un país como Canadá, siempre existe el sentimiento de volver a casa”, dijo Casadiegos, quien a su regresó pidió al Estado colombiano las garantías, teniendo en cuenta el riesgo que asegura corre su vida por haber enfrentado a los gobiernos de Luis Alberto Monsalvo y Francisco Ovalle Angarita, denunciados por corrupción.

“La idea del Estado es garantizar la protección y para eso era necesario que yo volviera a pisar suelo colombiano”, acotó.

Asegura que levantó el proceso de asilo para volver a hacer política en el Cesar, pues está convencido de que los procesos no se pueden abandonar y porque tiene el compromiso de aportar a que las cosas se hagan bien, “cosa que no sucede en el departamento porque ha existido un solo grupo político que se ha tomado el poder para beneficiar sus intereses personales. Eso fue lo que denunciamos desde la Asamblea Departamental”, expresó.

Pero más allá lo que lo trajo de vuelta del exilio fue su intención de hacer carrera política, ya que tiene la firme intención de llegar a ser Gobernador o Congresista, en representación de los cesarenses.

Las intenciones de Casadiegos

Julio Casadiegos visitando a algunas comunidades del Cesar. Se acercan las elecciones locales y quiere tener protagonismo.

El exdiputado no da puntada sin dedal, y su regreso al país no podría ser en vano. Dejó a su familia en Canadá para trabajar por su meta, así que ya ha venido visitando algunas comunidades, escuchando sus necesidades, con el fin de tener un as bajo la manga de cara a las elecciones del 27 de octubre, cuando se eligen a gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y JAL.

Su intención sería ser el candidato a la Gobernación del Cesar por el partido Cambio Radical, donde milita; sin embargo, aún no hay pronunciamiento de este movimiento.

“Siempre he militado en Cambio Radical, donde si ellos vieran en mí la posibilidad de realizar un proyecto caminando el Departamento, escuchando a la gente, créanme que nosotros muy seguramente podríamos ser una gran opción, en representación de este partido, para construir un mejor Cesar; pero entendemos las alianzas que existen y no sé qué decisión tome finalmente la dirección nacional de Cambio Radical”, afirmó Julio Casadiegos Navarro.

Así que sus aspiraciones podrían verse opacadas, teniendo en cuenta que, si Cambio Radical no lo apoya, no podría aspirar por otro partido o movimiento, teniendo en cuanta que los tiempos no le darían y de ser así, y resultase elegido se vería inmerso en un proceso por doble militancia.

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