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EL VALOR DE LOS PERIODISTAS, MÁS ALLÁ DE UNA LIBRETA

Por: ALEXIS J. CARRILLO BENJUMEA

Tengo un par de cosas que decirle al mundo sobre ser periodista, no soy una, pero trabajo en el medio con ellos.

No señores, que regalen un lapicero, un lápiz, una libreta o una memoria en sus ruedas de prensa no es un regalo. El trabajo de los periodistas vale mucho, mucho, muchísimo como para que piensen que con un ‘cariñito’ influirán en lo que dirán o escribirán en el medio en que el que trabajan. Créanme, si lo que usted dijo o hizo no merece espacio en el medio, no aparecerá así tenga un millón de regalos de por medio.

Sí, son humanos y también se pueden equivocar cuando escriben algún nombre o cargo. A mí, que soy diseñadora, también me pasa. Si las madres se confunden con los nombres cuando tienen más de dos hijos, ¿por qué ellos no pueden?, eso no los hace malos periodistas. ¿Si sabían que Albert Einstein era la mata del despiste? O sea, la gente brillante es así, un poquitín despistada (jajaja).

Obvio no lo saben todo. Así que cuando estén entrevistándolo no suponga que lo saben todo, de hecho, es probable que lo estén entrevistando para que le explique bien algo que no entienden y que necesitan explicar a sus lectores.

Otra cosa, no crea que los periodistas van a sus ruedas de prensa porque se le ocurrió comprar bocadillos, cafecito o cualquier otra cosita. Es más, me contaron que un empresario de estos gremios locales había dicho que era ‘necesario’ hacer un almuerzo o cena para celebrar los días especiales porque “ya sabemos que les gusta comer a los periodistas”. ¡Por favor!, ¿creen que son muertos de hambre y que con una cena los compran?, pues sepa señor empresario, que su cena realmente les da igual. Eso no va a cambiar la realidad. Porque no importa si fueron o  no a su cena, si se comió todo o dejó medio plato, su trabajo y el medio para el que escriben, vale mucho, muchísimo más que una cena.

¿Saben que es lo único que piden los periodistas?, ¿saben que es más valioso que un millón de cenas o libretas de recuerdo?

Que diga la verdad cuando le pregunten algo, que no mienta, que si tiene información relevante para la hermosa sociedad en la que vive, se las deje saber para poderla contar.

Que no inflen la información, que la presente tal cual es, y si es que no es la gran cosa lo que quiere contar, no gaste plata ni tiempo haciendo ruedas de prensa.

Que no se haga el loco cuando le pidan una cifra precisa, el dato exacto, el monto, etc.

Que no cancele las entrevistas porque no quiere hablar de eso de lo que todo el mundo quiere escuchar.

Esos son los mejores manjares que puede darle a todo periodista y hacerlo feliz. Y son gratis, oiga.

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