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En la UPC impera la corrupción

Un supuesto fallo no ejecutoriado fue la excusa utilizada por los asesores jurídicos de la Universidad Popular del Cesar para no elegir el nuevo rector de esta institución el pasado 30 de agosto tal y como se había establecido. Sin embargo, dicha afirmación que terminó cumpliendo con las pretensiones del exrector Carlos Oñate Gómez, quien fue apartado del cargo desde hace más de 15 días por el Consejo de Estado, harían parte del fin del ex funcionario, quien al parecer busca dilatar un proceso que trae detrás dos perlas por las que el funcionario estaría peleando ‘como gato boca arriba’ para seguir un tiempo más en el cargo del alma mater.

 

Las millonarias razones de Oñate

Dos Contratos que superarían los seis mil millones de pesos, al parecer son las razones que tiene Oñate Gómez, para no acatar el fallo emitido por el Consejo de Estado, basándose en que este no está ejecutoriado, así lo conoció en exclusiva La Calle, de una fuente que conoce al dedillo los supuestos casos de corrupción que siempre han adornado esta institución, sobre todo desde que está en el cargo Carlos Oñate, quien en más de  una oportunidad se enfrentó a la ley por seguir atornillado en la silla de la rectoría de la Upc.

Uno de los contratos que adornan la continuidad de Oñate en el cargo es uno para comprar computadores por 730 Se trata puntualmente del proceso número 008/2017, cuyo objeto fue ‘Contratar el suministro de equipos para el fortalecimiento de la plataforma computacional, en cuanto se refiere a dotación de computadores, video proyectores, unidades de potencia ininterrumpida y otros periféricos para ser utilizados en los diferentes espacios académicos y administrativos, y suministro e instalación de cableado estructurado para 18 puntos dobles (voz y datos).

De este contrato se conoció que pese a que no aparece en el Sistema Electrónico de Contratación Pública – SECOP, para el día 22 de agosto se dio apertura  a la convocatoria pública para recibir las propuestas de los participantes para ejecutar este contrato, la cual cerró para el día 27.

Además de esto se conoció que pese a que el contrato y el ganador para ejecutarlo aún no están publicados en página, quien al final ejecutaría dicho contrato es el Jefe de Planeación de la misma institución Libanis Argüelles quien lo haría en cuerpo ajeno.

El segundo contrato que le refuerzas sus ganas de no salir ‘con el rabo entre las piernas’ y comerse la última tajada del queso con el que durante estos años ha venido deleitándose, es el número 004/2017 cuyo objeto fue la ‘Construcción del bloque académico administrativo de la Universidad Popular del Cesar, Sede Sabanas’ por un valor de 5.400.291.711 millones de pesos,  el cual inició el 03 de marzo de 2017 con una duración de 10 meses.

Dicho contrato fue adjudicado a Einer Romero Redondo, quien figura como contratista, sin embargo se conoció que de dicho contrato, Oñate, ya pagó un anticipo de dos mil millones de pesos, y le resta  el  de tres mil millones por desembolsar y quiere hacerlo antes de dejar el cargo pues existen intereses millonarios detrás del desembolso.

Refiriéndose a la reunión que hubo el pasado jueves a las 11 de la mañana en la sede de la Upc en Hurtado, donde la delegada del Ministerio de Educación llevó un documento donde pedían claridad sobre si la situación de Oñate ya estaba definida toda vez que este sigue fungiendo como si nada, basado en que aun su fallo no está ejecutoriado. El resultado final fue el aplazamiento de la elección del nuevo rector de la universidad.

 

Así estarían moviendo las fichas

Desde que se conoció que el exrector Carlos Oñate saldría como ‘volador sin palo’ de alma mater, enseguida salieron a relucir los nombres de los posibles elegibles que podrían llegar a ocupar dicho cargo y detrás de ellos los caciques políticos que buscarían una vez más poner un peón que les permita utilizar este fortín político en tiempo de elecciones y más ahora que se está a menos de un año de los comicios electorales para congreso.

Los cuatro opcionados a nuevo rector de la Upc son: Félix Movilla, Enrique Meza, Cesar Torres y Luis Caballero (El Yobe), pese a que las cuatro hojas de vida están en estudio para que el consejo superior elija en manos de quien quedará la universidad, se conoció que tras bambalinas todo estaba arreglado para que el cargo quedara en manos de Caballero, sin embargo una movida de fichas y billete habría cambiado cuatro de los votos que estaban asegurados para este señor, porque como dice el dicho ‘por la plata baila el perro’.

 

La casa de ‘Popo’ fue el escenario

Una reunión en la casa del diputado Jorge ‘Popo’ Barros Gnecco, habría definido al final en manos de quien quedará la Universidad Popular del Cesar, teniendo en cuenta que pese a la elección no se dio por la aparente dilatación al proceso, cuando se defina todo éste meollo, los electores deberán definir el nuevo rector en propiedad, toda vez que en estos casos no aplicaría la opción de un funcionario en encargo porque estarían prevaricando y al final del proceso podrían terminar tras las rejas, es decir lo que está en manos no es cualquier situación, ya que o eligen rector o eligen rector.

Según se conoció un encuentro dado el martes 29 de agosto en la vivienda del representante de la Duma, habría sido el espacio donde cuatro fichas se habrían volteado para dejar como rector a Enrique Meza, aun cuando la ‘olla’ ya estaba montada, negociación que se hizo al parecer con los señores Farid Campo, Jaime Maestre, Elberto Pumarejo Cotes (El Puma) y Darwin Mannsbach. Cabe resaltar que para ser elegido rector, se deben contar con mínimo cinco votos, lo que significa que aún le falta uno, el cual se estaría cocinando, esperando por el lado de las arcas de la Gobernación del Cesar, del que aún no hay seguridad, ya que se conoció que el gobernador Francisco Ovalle Angarita, no estaría dispuesto a regalar ese voto así no más.

Las especulaciones de que el ‘Gober’ sería la piedra en el zapato para la elección de Meza como nuevo rector, se despuntan de la plantada que el hombre se echó el pasado 30 de agosto cuando se suponía iban a elegir la nueva cabeza de la Upc, el Gober no se movió ni un solo segundo hasta que al final el proceso quedó, en que tan pronto se esclareciera la situación de Oñate Gómez, se procedería a por fin elegir el nuevo mandamás de esta casa de estudios.

 

¿Quién es el pollo?

Pero que la arepa se haya volteado estando a punto de ser sacada del sartén tiene detrás un trasfondo donde las relaciones familiares estarían a la orden del día, ya que se conoció que Enrique Meza, quien ya está listo para la foto para ser el nuevo mandamás de la Upc, es de las entrañas del diputado ‘Popo’ Barros, por la sencilla razón que son cuñados, ya que al parecer una hermana de Meza es la compañera sentimental de Barros Gnecco.

De su trayectoria por la Universidad Popular Del Cesar, se conoce su paso por varios años por la vicerrectoría académica, además de ser docente de planta de la institución.

Cabe resaltar que se espera que en los 15 días que empezaron  a correr desde el pasado 30 de agosto, la situación del cargo de la Upc se defina de una vez por todas, quedando en firme la salida de Oñate para que así se proceda al paso de la elección del nuevo rector de la institución.

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