El fútbol se convirtió en el camino por el cual miles de jóvenes en todo el mundo logran alcanzar sus sueños, pero no es una tarea fácil, para ello se necesita disciplina, esfuerzo y sobretodo tener la firme convicción de que ir tras ese anhelo es lo que realmente se quiere. Ejemplo de ello es el adolescente astreano Carlos Mario Carranza Domínguez, quien con tan solo 16 años, se perfila como una de las grandes figuras del balón pie cesarense.
“Prácticamente llevo 10 años jugando este hermoso deporte, y gracias a Dios me ha dado unas lindas oportunidades y unas grandes alegrías”, dijo Carranza, quien gracias a su talento ya logró vestir la camiseta de la Selección Colombia, lo hizo en el XVII Campeonato Sudamericano Sub-17 que se disputó el mes pasado en Chile, además si todo sale bien se irá para la India el próximo mes de octubre a representar al país en el mundial de la categoría y como si fuera poco, también viste los colores del Valledupar FC, todo esto con tan sólo 16 años.
Sobre su experiencia en Chile hablamos con este ‘calidoso del balón’ que revalida que el Cesar sí hay talentos que necesitan más apoyo. “Fue una experiencia muy bonita la que viví en Chile con la selección, me enseñó que los sueños sí se cumplen. Gracias a Dios fue la primera salida internacional y con esto uno va conociendo y se va metiendo en este cuento de que hay que pensar en grande y saber que todo se tiene que hacer de la mejor manera para lograr ser un futbolista profesional”.
Llegó al fútbol por accidente
Pero para llegar en donde hoy está Carranza ha tenido que atravesar muchos obstáculos, el primero de ellos vivir en un municipio donde las oportunidades son muy pocas, por eso recordamos el día que comenzó a jugar fútbol, lo hizo con una herida en la cabeza producto de una pedrada que le dio un compañero…“Iba para el entreno, primera vez que íbamos y yendo ya para la cancha había un compañero al que nosotros le teníamos un sobrenombre, ese día yo le dije el apodo y él me pegó una pedrada en la cabeza que me partió. Yo fui a entrenar así, me eché tierra en la cabeza, y al profe le gustó mi forma de jugar”.
Pero si su llegada al fútbol fue accidentada, su ingreso al Valledupar FC, también parece sacado de las líneas de una telenovela. “Ese día yo no iba a jugar ese partido porque mi mamá no me iba a dejar, porque no le estaba haciendo caso, y me iban a castigar de esa manera, entonces cuando ya faltaban como 15 minutos para empezar me mandaron a llamar y me tuve que escapar por el patio, meterme por un canal, ese día llegué con los guayos en la mano, me metieron enseguida y a los profesores les quedó gustando”, contó Carranza, quien pese a tener 16 años, se ve muy aplomado y consciente de lo que quiere lograr en la vida.
Es quizás esa madurez que demuestra Carranza, lo que lo llevó a reconocerle a sus entrenadores que hoy está logrando alcanzar tan pronto esos sueños, por eso le agradeció a los entrenadores Elkin Contreras, quien fue primer entrenador, y a los profesores Ebert García, Silvestre ‘Chiche’ Maestre, y el ‘profe’ Aristizábal, todo lo que le han enseñado.
Finalmente Carranza, les pidió a los padres que apoyen a sus hijos. “Mi mensaje es para los padres, que apoyen a sus hijos en lo que ellos le piden, tener el apoyo de los padres es fundamental para uno en esta carrera, porque tenerlos a ellos en las gradas apoyándote te anima más, en cambio si uno se escapa de la casa, y tener que pensar que después del partido hay que rendirle cuenta a la mamá y no te va a recibir de la mejor manera no te ayuda a concentrarte”.