Desde el jueves pasado cuando se conoció el trabajo musical logrado por Martín Elías Díaz y Rolando Ochoa, en el mundo musical vallenato no se habla de otra cosa que no sea la química musical que existe entre estos dos artistas.
Sí, esa química que debe existir en las parejas musicales para que cada canción del Cd la conviertan en éxitos, como pocas agrupaciones lo han logrado, y ya lo han hecho estos jóvenes en sus trabajos El Terremoto musical, y lo que se prevee con Imparables, que no ha dejado de sonar desde la semana anterior.
Y es que la digitación que le imprime al acordeón Rolando Ochoa, acompañado del derroche de notas, se une con la voz melodiosa, fresca y parrandera de Martín Elías, haciendo una unión explosiva de sabor y alegría.
Es lo que quieren escuchar sus seguidores, y la sienten en cada uno de sus temas, en donde no sólo sobresale la voz de Martín, sino la creatividad de Rolando, que con su maestría para tocar, reivindica la posición que debe tener el instrumento principal del vallenato: El señor acordeón.