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LA DISCIPLINA Y LA CORREGULACIÓN EN LA CRIANZA

Todos los niños se portan mal en algún momento; es parte de descubrir qué es un comportamiento adecuado y cuáles son los límites. Los niños pueden hacer berrinches, desafiar las reglas, empezar peleas, negarse a cooperar con las rutinas del hogar, insultar y mucho más. Como padres les enseñamos a nuestros hijos a comportarse adecuadamente y les mostramos para qué existen las reglas y los límites.

A medida que el niño crece, cambian los problemas para él y sus padres. Algunos padres aún no se acostumbran al cambio que implica esta etapa, tanto en los aspectos físicos como los emocionales y por tanto de crianza. La niñez intermedia, edad comprendida entre los 6 y 11 años, es la etapa de transición a la correlación, padres supervisan, pero los niños realizan autorregulación en todo momento.

¿QUÉ ES LA AUTORREGULACIÓN? La autorregulación es la capacidad de autocontrol, a nivel emocional y de conducta. Se desarrolla gradualmente de manera que poco a poco, el niño aprende a usar las palabras para expresar lo que siente, a pensar antes de actuar y comprender las consecuencias de sus actos.

Los niños están dispuestos a seguir las instrucciones de sus padres, cuando reconocen que éstos son justos y se preocupan por ellos, brindándoles amor, bienestar y seguridad en todo y que posiblemente, “los padres son sabelotodo” debido a su experiencia y, de hecho, los niños siempre piensan que sus padres son sabelotodo, (Lo contrario piensan los adolescentes).

La forma en que los padres e hijos resuelven sus conflictos, es más importante que los resultados que se pueden esperar. Si el conflicto familiar es constructivo, puede ayudar a los niños a ver la necesidad de reglas y normas de conducta.

Conforme los niños se transforman en preadolescentes y sus esfuerzos por alcanzar la autonomía son más consistentes, a menudo se deteriora la calidad de la solución de los problemas y la negociación familiar. Los problemas que más entran en discusión tienen que ver con la hora de irse a dormir, la hora de almorzar, de ver televisión, de jugar en la internet, de colaborar con los quehaceres del hogar. Pero no hay que negar, que a ciertos niños les gusta discutir por todo con sus padres, como si el tema básico fuera, quién está al mando.

El cambio a la correlación afecta la forma en que los padres manejan la disciplina, recuerden que disciplinar significa instruir, enseñar, direccionar y ésta permite ayudar a que el niño desarrolle el autocontrol y una noción de límites.  “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma” (Proverbios 29:17).

 

¿Qué harían ustedes padres, ante esta situación?

William, de10 años, se tira al piso y grita cuando quiere helado, antes de almorzar. ¿Su mamá debe darle el helado, ignorarlo o distraerlo?

Valentina de 19 años, se niega a hacer su cama porque sostiene que su cuarto es su territorio y es su derecho tenerlo como a ella le parezca. ¿Sus padres deben consentir en esto, establecer algunas reglas o castigarla para que aprenda a ser ordenada?

Las bases de la disciplina se establecen en los primeros años y los niños entienden las reglas y guían su comportamiento según estas y según su mayor grado de conciencia sobre las consecuencias de su comportamiento. Ellos comprenden las nociones de justicia y equidad y es capaz de considerar también las necesidades de los demás cuando toma una decisión.

Pida ayuda si su hijo tiene dificultades persistentes en manejar sus emociones o si su comportamiento resulta inadecuado. La excesiva agresividad, miedos, timidez extrema, impulsividad, pueden ser la manifestación de falta de regulación. La atención temprana es la más eficaz para superar las dificultades y favorecer un buen desarrollo emocional.

PADRES:

* Sean razonables. La autorregulación es gradual.

* ¡Tenga paciencia! Nadie ha dicho que ser padre, es una labor fácil.

* Cuando sus hijos se portan mal, sugiérales una nueva actividad.

* En vez de dar órdenes a sus hijos, dé les instrucciones. Dígales lo que usted desea que hagan.

* Dé un buen ejemplo. Sus niños aprenden de lo que observan.

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