Se acerca el festival vallenato y con éste, la razón que le da sentido a esta fiesta que se construye de la historia y sus tradiciones. Entre las leyendas que son la esencia del acontecer vallenato, sobrevive como un ícono de esta fiesta la de Francisco el Hombre, una de las más interesantes por su fuerte vínculo con el acordeón, el instrumento más representativo de la música vallenata, y su alusión a la región, por sus correrías que involucran a La Guajira, el Cesar y el Magdalena, que son algunas de las razones de su notable presencia.
El semanario La Calle le presenta la dinastía más importante del acordeón, la caja y la guacharaca, con algunas variantes entre aquellos que han dedicado importantes años de su vida a la interpretación de la música que es la esencia cultural de Valledupar y la región.
Según lo manifestado por Thomas Darío Gutiérrez, una dinastía no se mide por sus reyes sino por sus antepasados y este es el caso de la dinastía de los Granados, que se construye desde ‘los tradicionales’ cuando Juan Granados, conocido como ‘el Gallo de Camperucho’ era el fuerte competidor de los acordeoneros de su época, como lo fue kin Vasquez, Eusebio Ayala, que fueron los intérpretes de la primera generación que fue la época de Francisco el hombre.
Juan Granados, un juglar de los más importantes de la época inició este gusto por el acordeón que la continuó su nieto Ovidio Granados Melo, el gran maestro en la ejecución y arreglista de los acordeones quien alcanzó esa categoría en el mundo musical del vallenato, porque no sólo heredó el gusto de su abuelo, sino que también llevó en sus sangre los genes de tres familias de músicos; su abuela materna, Camila Durán quien era prima de Alejo Durán y por parte paterna, su abuela, Ángela Ochoa, era tía de Calixto Ochoa; así lo determinó José Atuesta Mindiola, en uno de sus escritos, luego de estudiar durante años las generaciones que han marcado la cultura vallenata.
Ovidio Granados Melo, contó con el apoyo incondicional de su madre, Isabel Melo Durán, quien ante los regaños de su esposo Juan Granados Ochoa, exaltaba la importancia del gusto de su hijo Ovidio, que prefería interpretar las notas musicales que dedicarse a los trabajos de vaquería como lo hacían sus hermanos, así se formó el símbolo viviente de la dinastía de los Granados.
Los Granados, son once hermanos y de ellos tres son reconocidos músicos; ellos son Almes que como acordeonero fue rey vallenato y Adelmo, cajero acompañante de varios reyes en el Festival y acompañante durante años de Silvestre Dangond.
Ovidio se unió en matrimonio con Nimia Córdoba y de allí, cuatro de sus hijos heredaron su vena artística; ellos son Hugo Carlos, rey vallenato en todas las categorías, en 1980 fue Rey Infantil, luego en 1986 fue Rey Aficionado y Rey Profesional en 1999; en el 2007 recibió la máxima corona al alzarse como rey de reyes, además es considerado como el mejor técnico de acordeones de la región.
De esta descendencia de Ovidio Granados, también hace parte Juan José, que en 1992 se coronó Rey Aficionado y rey profesional en 2005, Eudes (q.e.p.d.), falleció en accidente con Juancho Rois y Ovidio Raúl, quien interpreta todos los instrumentos, no ha evolucionado en la música, pero sí en su talento como técnico de acordeones.
Sus respuestas retratan a un Francisco ‘El Hombre’ particular, andariego y persistente, terrenal y audaz, que, después de vencer al diablo, se atrevió también a enfrentarse a los poderes indígenas (pero sin éxito).
La dinastía de los cajeros
Aunque no hay otra conocida, Los Castilla se han destacado como la única familia que tiene varios integrantes cajeros; el viejo Tito Castilla tiene tamboreros entre sus mayores y además de sus hijos el fallecido Dimas Castilla quien era percusionista y Rodolfo que tiene al Mono Castilla.
Entre los más antiguos de los Castilla está Cirino, quien tuvo el honor de morir en la plaza Alfonso López, tocando caja durante un festival en 1972; Cirino es el padre de José del Carmen. Rodolfo Castilla que hoy tiene 64 años, es cajero de Martín Elías y el más representativo por haber tocado con los acordeoneros tradicionales como Alejo Durán, Calixto Ochoa, Luis Enrique Martínez, Alberto Pacheco, Rafael Orozco, Poncho Zuleta, Diomedes, Jorge Oñate, Iván Villazón y pare de contar; su hermano Dimas Castilla, también se destacó en el arte, pero ya murió.
De esta descendencia de Cirino viene el hijo de Rodolfo, Thomas, ‘el mono’ Castilla, quien toca con ‘Jorgito’ Celedón; Alexander Barros Castilla, hijo de Dolores Castilla (hermana de Rodolfo); ‘Tito’ Castilla de 56 años, hijo de José del Carmen ‘cirinito’ y de la nueva generación está Sasky Castilla; así lo indicó Tito Castilla, uno de los integrantes más representativos en el arte de la Caja.
De la guacharaca
Aunque algunos estudiosos del vallenato aseguran que no hay una dinastía de guacharaqueros como tal; Luis Alberto Castilla Reales con 41 años como guacharaquero con descendencia asegura que la suya corresponde a una dinastía que ya cuenta con exaltados intérpretes en su tercera generación.
Luis Suarez Reales, durante años fue el preferido en las agrupaciones vallenatas, pero debido a los malos pagos decidió ampliar sus conocimiento y presentarlos ante todo el país, por ello empezó a participar de festivales en Colombia donde siempre se resaltó como mejor guacharaquero en el festival vallenato, en el de Villanueva, en Bogotá, Barrancabermeja Maicao, Ocaña completando así la participación en 561 festivales donde siempre ha salido airoso.
Luis, en 12 oportunidades en la categoría aficionado ha ganado como mejor guacharaquero y cuatro veces en la categoría profesional con Beto Rada y dos terceros lugares.
Luis Alberto Suarez, en dos ocasiones ha sido premiado como mejor guacharaquero del festival Vallenato y este año acompaña en Rey de Reyes a Wilber Mendoza
Pero Luis Alberto tiene su descendencia en segunda generación; ellos son Victoria, Xavier, Jairo José
Victoria Suarez Leiva, es la reina de la guacharaca también ha sido declarada mejor guacharaquera en el Festival de la leyenda vallenata y en diferentes festivales del país.
Xavier Suarez Leiva, reside en Venezuela tienen una agrupación internacional; en dos ocasiones ganó el reinado infantil con Sergio Luis Rodríguez y ha tenido primer lugar en ocho festivales de los más importantes que se realizan en el país.
Jairo José Suarez Serpa, también hijo de Luis Alberto, reside en Venezuela como guacharaquero, haciendo un importante trabajo desde su oficio.
En tercera generación están sus nietos Luis David Herrera Suarez, Luis Alberto Suarez Mendoza, Anyela Marcela Hernández Suarez, Elkin Alberto Suarez Leiva, Darianyela y Camila Molina Suarez, entre otros que se preparan.
Entre sus nietos dos se han retirado uno por razón mayor y otro porque el destino así lo quiso, se trata de Luis David herrera Suarez quien es hijo de Juan David ‘el pollito’ Herrera y de su hija Victoria; a sus 16 años se acaba de retirar porque se fue a estudiar para sacerdote, pero antes de ello, fue rey de la guacharaca en la categoría infantil con Daniel Rocha y con el acordeonero infantil barranquillero también alcanzó el primer puesto.
Elkin Alberto Suarez Leiva, también es nieto de Luis Suárez pero el destino hizo que hace ocho años se retirara debido a una enfermedad que lo mantiene parapléjico; él también se destacó en los festivales de Villanueva y Urumita.
Luis Alberto Suarez Mendoza, es hijo de Luis Alberto Suarez Leiva, quien también hace un importante trabajo desde su oficio.
Anyela Marcela Hernández Suárez, ocupó la mejor guacharaquera en Barrancabermeja y mejor voz, en Nobsa Boyacá, mejor guacharaquera y mejor voz, y en La Paz hace dos años se coronó como la mejor voz en el festival de voces, versos y canciones y ese mismo año fue la mejor voz en Bogotá, en Turbo, Antioquia en el festival Simón Simanca.
Entre sus cultivos también están Darianyela y Camila Suarez de ocho y tres años, quienes ya tocan el paseo, el son y el merengue; son hijas de Carol Carolina Suarez Leiva,
Luis Alberto asegura que en todas las ciudades donde hacen presencia siempre presentan cinco y siete personas de la familia y cubren a muchas agrupaciones. La familia ya es reconocida, han recorrido otros países con ‘los niños del vallenato’ y de forma independiente han estado en Perú Bolivia y Caracas, además de todo Colombia desde Amazona hasta Punta Gallina, llevando por lo alto este instrumento que aman y del que vive toda la familia.
Jairo Suarez, es hermano de Luis Alberto y se ha destacado como cajero aunque también es fuerte en la Guacharaca; ha estado en Alemania y en películas que cuentan del vallenato, como Los Viajes del viento y el viaje del acordeón.
De los profesionales con los que han ganado están Juan David Herrera en las dos categorías; en aficionado con Samy Ariza, Guillermo Ortiz, Juan Carlos Ovalle, aficionado e Ildemaro Bolaño, Moisés Polo, Deivis Rivera y Marlon González.
De los guacharaqueros famosos del pasado, la tradición cuenta de Denias Lúquez, que fue el que tocó la guacharaca el día que se enfrentaron Abraham Maestre y Francisco el hombre, este histórico guacharaquero se la interpretó a ambos.
El vallenatólogo, Julio Oñate Martínez determinó que en la cultura vallenata es importante que se mantengan las dinastías que es donde se evidencia la susceptibilidad de un núcleo familiar con destacado instrumento y el trabajo que han hecho para trasmitir a su descendencia ese temperamento artístico que deben mantener activo luchando por la noble causa, trabajando, desde el punto de vista de la conservación del arte.