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LIDERES POR LA CIUDAD

Por: Ed Isaac Padilla

 El desarrollo de una ciudad refleja la identidad y la fuerza de sus líderes, Valledupar y el departamento del Cesar en general ha evolucionado social y económicamente de manera paulatina de la mano del campo en algún momento de la historia y de la mano del folclor hasta el día de hoy. 3 líderes fuertes se levantaron en 1968 para resaltar lo mejor de la antigua Provincia de Padilla en el Estado soberano del Magdalena, conformado este por el territorio actual del sur oriente Magdalena, sur de Bolívar, Cesar y sur de la Guajira. Esos 3 Grandes líderes fueron: Alfonso López Michelse primer gobernador del departamento del Cesar, la periodista y gestora cultural Consuelo Araujo Noguera y el compositor Rafael Escalona Martínez, creando un escenario y una atmosfera cultural y musical que hoy día ostenta el título honorifico de la Unesco como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad y uno de los Eventos Ciudad más publicitados del país. Lo que era música popular festejada en “las Colitas” desechada por la aristocracia, poco a poco dio su salto a los salones de elite o clubes sociales, sobre todo cuando Alfonso López Michelse fue elegido presidente 1974, nuestro folclor se fue convirtiendo en un género sutilmente atractivo por la clase política.

“Un líder debería llevar a su pueblo de donde están a donde no han estado nunca” y estos 3 grandes lo lograron. Mi pregunta es ¿qué paso con las generaciones descendientes? ¿Por qué no engrandecieron el legado material e inmaterial dejado por sus ascendientes genealógicos?, ¿Por qué Valledupar y el Cesar salidos de la Provincia de Padilla se mantuvo ligeramente congelada en el tiempo en cuanto a desarrollo ciudad? ¿Por qué solo hasta hoy se despierta? Nuevas generaciones de liderazgo lo han entendido así, se abre una luz de esperanza para salir de los cambios minúsculos y es a través de “Valledupar como ciudad o encanto Naranja”, Valledupar como distrito por excelencia de la economía Naranja en Colombia. Nuestra ciudad tiene todas las condiciones para ser un emporio de industrias culturales y creativas. Tenemos un folclor majestuoso que sigue posesionándose cada vez más en el país y a nivel internacional; la música y sobre todo el vallenato siempre ha sido un eje dinamizador de nuestra tierra, pero ambos, tanto el folclor como la ciudad parecían no evolucionar positivamente, todo lo contrario, nuestros folcloristas se quejan por la involución reinante en la lírica de las canciones donde los autores no trasmiten emociones, ni sensaciones, mucho menos sentimientos profundos, sino todo lo superfluo y lo nimio denominado “Entropía Cultural Mundial” que no es otra cosa que un progreso aparente que al final termina en  caos.

Pero el actual presidente Iván Duque le apuesta a una nueva tendencia mundial; amante de nuestro folclor por una razón histórica que muchos desconocen, nuestro presidente es el hijo del abogado, periodista y político Iván Duque Escobar, miembro honorario y uno de los 20 miembros fundadores del Festival de la Leyenda Vallenata. De ahí la predilección por nuestra tierra y la implementación de la “Economía Creativa o Naranja”. Las industrias creativas están entre los sectores más dinámicos de la economía mundial, brindándoles a los países en vías de desarrollo oportunidades de saltar a áreas emergentes de alto crecimiento.

Si “un líder lleva a la gente de donde está a donde nunca habrían ido solos”, debemos revisar muy bien el liderazgo de la ciudad, para no cometer errores pasados; ¿Por qué tanto tiempo de adormecimiento institucional?, ¿porque la carencia de visión y proyección cultural?

Si el liderazgo es una forma de pensar, una forma de actuar y lo más importante, una forma de comunicar, ¿en que estaban pensando administraciones y líderes políticos pasados?, ¿Qué tienen estos nuevos líderes que oscilan entre los 40 años que se saben comunicar mejor? Está emergiendo una nueva generación de líderes tanto políticos, como sociales, empresariales, eclesiales, aun en los medios de comunicación, así como maestros, artistas, y todo ser que tenga influencia sobre otro ser con otra óptica de vida.

Estamos viviendo tiempos de crisis institucionales, pero al mismo tiempo hay un resurgir de un remanente en el liderazgo. Se estaba necesitando a gritos una generación de relevó, de líderes que proyecten a Valledupar como la ciudad Cosmopolita que debería ser y al departamento del Cesar como la tierra fértil de la cual brotaba prosperidad, así como queremos que sea nuestro folclor; líderes que ubiquen a Valledupar en un macrocosmo internacional y lo saquen de su microcosmo ideológico, líderes que no proyecten la ciudad en visiones ínfimas tan pequeñas como son sus sueños egocéntricos y avaros. Todo lo contrario, debemos proyectar nuestra tierra como la soñaban los grandes que visionaron nuestro folclor.

Se asoman nuevas generaciones de gobernantes, nuevas generaciones de líderes en todas las áreas, se asoman hombres y mujeres empoderados, con sed no solo de viajar por el mundo sino traer el mundo a su tierra. Se asoman nuevos Líderes por la Ciudad.

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