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QUE RICO PAIS!

Estamos dando pasos que saben a esperanza, hoy recibimos con beneplácito y mucho optimismo lo que históricamente en nuestro país ocurre, la firma de un acuerdo que da fin al fuego, esto nos permite aterrizar lo que muchos con amor soñamos, los que creemos y contribuimos a la paz reconociéndola como el conjunto de acciones de compromiso, sentido de pertenecía y trabajo en equipo.

Que rico paissss! exclamaba mi mejor amiga en sus momentos de alegría, emoción, felicidad y hasta en las fiestas  (nadie nunca entendió porque utilizaba la expresión) pero hoy la traigo a colación y le añado: QUE RICO SOÑAR CON ESTE PAIS!

Sin entrar a aplaudir ni enjuiciar el proceso que nos trajo en buenahora hasta aquí, la sensación de expectativa por los que siempre dijeron SI A LA PAZ  es de mucho positivismo, aun por los que han estado un poco apáticos, sin embargo se combina con un gran reto y que paradójicamente consiste en trabajar, trabajar y trabajar! trabajar para el perdón y la aceptación hacia los que un día fueron opresores, trabajar para que el terreno que empezamos a arar con la semilla de la paz sea un terreno donde las futuras generaciones transiten con confianza, trabajar para evitar que este gran paso no sea motivo de conflicto, y esto consiste básicamente en recordar la clase siempre escuchada en el colegio y nunca aprendida: ‘ponerse en los zapatos del otro’ y además prestar los nuestros, esto enmarca el valor de la tolerancia y significa bajarnos de ‘la silla de juez’ que critica, señala, juzga y condena; ya esta bueno! Deje de considerar  que la paz inicia y se concreta en la firma de un tratado, hagamos nuestra parte, esto significa que los Colombianos, todos, debemos movernos en función de un país para que crezca y se desarrolle con un sentido de inclusión, armonía y reconciliación, sin desconocimiento de nuestra historia, y con una gran actitud de cambio . Y no me voy a despedir de esta columna sin antes invitar a mis coequiperos: los jóvenes, esto es de nosotros, esta fiesta si nos la tenemos que bailar completa; con  la responsabilidad de que las futuras generaciones se desarrollen en escenarios bien entendidos de paz,  y porque no? exclamar :

QUE RICO PAIS!  

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