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¿UN NUEVO PAÍS O UNA SIMPLE ILUSIÓN?

A propósito del cambio de sitio de reclusión del líder radical de oposición de Venezuela Leopoldo López, el cual ha sido merecedor de todos los aplausos, oraciones y peticiones de un pueblo que sufre en lo más profundo de su esencia, su alma y sus sentimientos las consecuencias de un devastador régimen, la necesidad de un ‘Leopoldo y una Lilian’ en Colombia es eminente.
Estos dos personajes sin duda ya hicieron historia por su verraquera y su inquebrantable decisión de luchar sin importar el precio que tengan que pagar debido al gran sentimiento de lealtad, amor y dolor que sienten por su país y el uno por el otro. Gran ejemplo a seguir. A los 46 años éste economista, casado, con dos hijos, lleva 17 años demostrando que si las autoridades promulgan leyes injustas, el pueblo no las cumplirá y se opondrá a su ejecución por medios violentos y también injustos. Quienes adquieran riquezas por medios violentos e injustos del mismo modo las perderán. Sólo hay un medio de acrecentar las rentas públicas de un país: que sean muchos los que produzcan y pocos los que disipen, que se trabaje mucho y que se gaste con moderación. Si todo el pueblo obra así, las ganancias siempre serán suficientes.
En vista de la ‘batalla’ electoral que se aproxima por la presidencia de la República de Colombia, hasta ahora la incertidumbre va ganando en las urnas. No hay candidatos con el talante del mencionado anteriormente, el riesgo de un ‘castrochavismo’ proviene de no atender los problemas sociales de la sociedad colombiana, si sigue rampante la corrupción, si no mejoramos la política, si la profunda inequidad de la sociedad colombiana sigue inalterada, ya no será un riesgo sino una realidad.
La mayoría de los excombatientes de la guerrilla son de origen rural, este censo demuestra el diagnóstico según el cual este conflicto empezó en el campo, y que es el campo el eslabón de las violencias que terminan en las ciudades. En Colombia aún existen otros grupos armados que pueden ofertar ‘oportunidades’ a los excombatientes, por eso es urgente no dar marcha atrás y consolidarnos para que no se abran esas puertas.
Pero éste no es el problema principal, aún siguen sobre el escritorio sin resolver casos como los alumnos y enfermos fantasmas de Córdoba, los Policías que ocultaron y vendieron la droga incautada a unos narcotraficantes, La Guajira sin gobernantes por el aluvión de malos manejos que se venía dando, irregularidades en el seguimiento y control de las construcciones en Cartagena, el exfiscal anticorrupción preso y a punto de ser extraditado por corrupto, el contralor de Medellín capturado por el ‘Carrusel de las Cirugías Plásticas’, el exsecretario de seguridad de Medellín capturado por haber realizado una alianza con la ‘Oficina de Envigado’, y la joya de la corona es el escándalo de Odebrecht que estremeció los cimientos del establecimiento colombiano como pocas veces se ha visto y, como siempre, nada ha pasado.
El Sistema Penal Acusatorio tiene 112.000 audiencias represadas, y el mismo titular del ente investigador Néstor Humberto Martínez advierte que la justicia en el país colapsa. Es deber del Gobierno nacional estructurar lineamientos de política criminal con el fin de mitigar la crisis que sufre el Sistema, y deber de nosotros escoger gobernantes obsesionados con el progreso de nuestro país y dispuestos a darlo todo, de lo contrario la firma de la paz y la ilusión de un nuevo país se quedará en eso, en una simple ilusión.

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