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Valledupar sin agua ¿y Emdupar? bien, gracias

Luego de las lluvias presentadas la semana pasada, muchos habitantes de varios barrios del sur de la ciudad se levantaron de sus camas, buscaron sus baldes y empezaron a llenarlos con agua. ¿Por qué? Seguramente al otro día no llegaría el preciado líquido a sus hogares.
“Cuando no llueve dicen que no llega el agua porque el río está seco y cuando si llueve salen con la excusa de que el agua está contaminada y se represa. Uno no sabe que creer porque el cuento es que es malo porque sí y malo porque no, y como siempre aquí nunca hay agua”, dijo Uber Acosta, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Galán, donde la falta de agua ha crecido a la par de la población.
Esto ocurre frecuentemente en sectores de la comuna cuatro como Maruamake, El Limonar, Rafael Escalona, Populandia, Francisco de Paula, y otros en los que el fluido de agua se limita a unas pocas horas de la madrugada, obligándolos a recurrir a otros medios para afrontar la discontinuidad de la prestación del servicio.
“Durante 11 años es el problema más reiterativo que hemos tenido: la carencia total y permanente, sumado a la discontinuidad del servicio de agua; en algunos momentos por parte de Emdupar se han planteado algunas soluciones pero en la práctica no han sido positivas en cuanto a garantizar el funcionamiento al 100% del suministro en nuestro barrio”, dijo el presidente de la Junta de Acción Comunal de Populandia, Orlando Ortiz.

La lluvia que se lleva el agua

El gerente de la empresa de servicios públicos Acueducto y Alcantarillado de Valledupar, Emdupar, Armando Cuello Daza reconoció que la intermitencia del líquido en invierno es un problema cíclico que se presenta cada año con las crecientes lluvias que arrastran materiales contaminantes a la cuenca del río, afectando la planta que surte de agua a la ciudad.
“Para evitar que las aguas infectadas ingresen a la bocatoma, debemos a cerrar el suministro para que la planta no se dañe. Iniciamos las limpiezas y las intervenciones a la planta de tratamiento para restablecer en el menor tiempo el servicio que se da progresivamente desde los barrios del sur ya que nuestro sistema funciona por gravedad. Esto quiere decir que los primeros sectores en recibir agua y los últimos a los que se les suspende el servicio son esos ubicados en dichos sectores de Valledupar”, explicó Cuello.
Sin embargo, el veedor ciudadano Jaine Mora expresó que esta es una de las muchas excusas que a menudo utiliza Emdupar para disculpar su deficiencia mientras que las quejas y el clamor de la ciudad van en alza.
“Los 36 mil millones de pesos que se invirtieron para la ampliación del sistema de acueducto de la ciudad se perdieron porque no hicieron ninguna reposición de redes sino que hicieron un parapeto para robarse la plata y la comunidad quedó con el mismo problema y aún más porque quedo con un mal servicio y un malgasto de una millonada. La ciudad sigue sin estar preparada para las lluvias”, acotó

El problema se extendió

Aunque el tema de la poca presión o la falta de agua durante muchos años lo han padecido los barrios del occidente de la ciudad, desde hace más de un mes cuando llegaron fuertes crecientes a los afluentes que nutren a la ciudad, son muchos más los que sufren por esta calamidad pues aunque según el Ideam la ola invernal está en sus últimas etapas y han transcurrido varias semanas, el agua sigue llegando en pocas cantidades.
Según la presidente de la Asociación de Juntas de la comuna tres de Valledupar, Yanitze Torres, en barrios como Don Carmelo, Chiriquí, Villa Jaidith, 7 de Agosto, Mareigua, algunos sectores del Primero de Mayo y otros sectores ubicados hacia el sur de la ciudad han presentado fluctuaciones en la presión del agua que llega a los hogares, pues aunque anteriormente era fuerte y constante, ahora no es el mejor para las comunidades.
“En esos sectores de la comuna ubicados desde la calle 44 hacia abajo pocas veces se presentaba problemas por la cantidad de agua, ahora la presión ha bajado bastante y a las casas no llega el mismo chorro que siempre había. Es algo que incomoda a las comunidades que padecen por el suministro porque la situación se ha prolongado por varias semanas”, dijo Torres.
A su vez, el presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Fundadores, Wilmer Ojeda, mencionó que en algunos sectores de esa zona se ha reducido los niveles de agua; no tanto por la temporada invernal sino por las obras cercanas que allí se realizan.
Respecto al tema, el gerente de Emdupar, explicó que la desmejora en la fuerza con la que llega el líquido a los hogares ubicados especialmente en los lugares anteriormente mencionados obedece a traumatismos generados como parte de tres grandes intervenciones que adelanta el Siva en la avenida Fundación, la carrera 27 y la avenida 450 años para la movilidad de la ciudad, donde se han comprometido algunas de redes y ocasionan problemas de taponamientos y estropicios que conllevan a la suspensión.
“Tenemos un buen servicio, un buen caudal en el río y no hemos hecho muchas suspensiones que se dan en invierno, pero hay algo que está pasando en la ciudad y sobre todo en esos barrios donde se están construyendo las obras. Allí hallamos que los contratistas, de pronto sin querer, nos han ocasionado algunos daños no solo en el acueducto sino también en el alcantarillado y eso nos ha tocado asumirlo a nosotros”, indicó el gerente.
Cuello enfatizó que en términos generales el servicio ha estado con una continuidad y una presión aceptable; y que han sucedido casos muy puntuales para los que se ha buscado el génesis del problema.
No obstante, la presidente del sindicato de Emdupar, Dubis Díaz, contó que los empleados de la empresa no cuentan con las herramientas necesarias para atender estos requerimientos o emergencias de mayor envergadura, debido a que no se les provee de ellas.
“En Emdupar hicimos un plantón porque los empleados no tenían las herramientas para salir a trabajar; de allí salió un acta de compromiso con el gerente donde se especificó que se iban a comprar las herramientas necesarias y eso no ocurrió pues ellos siguen sin los materiales para trabajar y sin los elementos de seguridad industrial. Sin embargo, ellos salen a las calles tomando el riesgo de laborar en esa situación”.
Díaz explicó que en este momento la empresa dispone de dos cuadrillas para atención de acueducto y una para alcantarillado, compuestas cada una por un aproximado de ocho empleados.; y que su rango de intervención no está especificado por barrios sino que cuando hay una emergencia o daño, las comunidades llaman y los ingenieros programan a que grupo enviarán a atender el caso.

¿Qué pasó con el embalse?

El ingeniero civil Jainer Lucas Olivella, explicó que en casos como el de Valledupar, el método de contingencia que se debe adoptar es construir embalses de almacenamiento de agua cruda para garantizar la potabilidad del líquido y su captación necesaria.
“Las ciudades que no cuentan con estos embalses sufren muchos con los fenómenos de sequía e invierno. En Valledupar se debe estructurar el proyecto para que se construya un acueducto de gran proporción, que incluso pueda surtir a municipios como La Paz y San Diego, que carecen de agua”, dijo el especialista cesarense.
Sobre ello, el gobierno municipal indicó que ante la contraloría se gestiona el proyecto del embalse de Los Besotes, que se construirá con una capacidad de almacenamiento de 37.1 millones de metros cúbicos, en pro de dar una solución contundente al problema del suministro del agua que no solo se da en temporada invernal sino también durante la época de verano.
Según los expertos, el embalse multipropósito de Los Besotes es una alternativa para solucionar el problema de abastecimiento al acueducto de Valledupar, aumentar la irrigación de cultivos y la generación de energía.

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