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En Curumaní hay 283 millones de pesos de una obra embolatados

En ‘el ojo del huracán’ está el nombre del alcalde de Curumaní Henry Chacón Amaya, por una obra de casi 300 millones de pesos, con la que se pretendía optimizar el sistema de acueducto del municipio, proyecto que inició en el gobierno anterior y que, a la fecha, cuando ha transcurrido un año y medio de la nueva administración, no se ven los resultados; lo peor del caso, la contratista del proyecto Libeth Argencida Sarabia, habría sido la más beneficiada.

Pendiendo de un hilo está una vez más el nombre de Henry Chacón Amaya, quien al parecer sus líos judiciales no le han permitido cumplir con su plan de desarrollo y mucho menos darle continuidad a las obras y proyectos que quedaron presupuestadas desde el gobierno anterior; para la muestra ‘el botón’, es el contrato 179-2019 con fecha del 30 de diciembre de ese mismo año por un valor de 283 millones de pesos, con el que supuestamente se optimizaría el sistema de acueducto en el corregimiento de Champan, jurisdicción de Curumaní a través de la construcción de un tanque elevado.

Al parecer la obra quedó en el papel y hoy casi dos años después de esto no se sabe nada. La situación es tan preocupante, porque al parecer ya se cumplen más de diez meses desde que se firmó el acta de inicio de esta obra y de esto solo se divisa un hueco y pare de contar; la denuncia la recibió este medio de comunicación cuyas pruebas responden a documentos que representan al proyecto, el cual al paso que va anuncia un posible elefante blanco.

“El acta de inicio la firmó la actual administración municipal el 3 de septiembre de 2020 y es la fecha y la obra no ha empezado, llegaron cavaron un hueco y se desapareció el contratista sin que el interventor, el alcalde y el secretario de Planeación hayan hecho nada para hacer cumplir al contratista”, le contó el denunciante a este medio de comunicación.

Quien además afirmó que la población de este corregimiento está inconforme con esta situación, teniendo en cuenta que son recursos reflejados en casi 300 millones de pesos que, al parecer, se habrían perdido, mientras ellos esperan con ansias el agua.  “La comunidad está sin agua, enojada, no queremos que se convierta en un elefante blanco por el orgullo del señor alcalde con esta comunidad”, le dijo una fuente a La Calle.

¿Quién es la contratista?

Según los documentos a los que tuvo acceso La Calle, el consorcio encargado de esta obra es Trinum ingeniería Sostenible S.A.S. representada legalmente Por Libeth Argencida Sarabia, cuyo documento de identificación responde a Ocaña, Norte de Santander; sin embargo, indagando en la dirección que registra dicha empresa se conoció que está ubicada en el conjunto cerrado Villa Ligia 2 de la capital cesarense; es decir, en una casa de residencia; lo que genera suspicacia, toda vez que se supone que es un consorcio que contrata obras públicas y debería contar con un local comercial.

Dentro de los antecedentes de la mujer se conoció que fue gerente de las Empresas Públicas de Ocaña en el año 2016, al cual renunció en abril de 2017. Cargo por el que estuvo en la mira de la Contraloría departamental de Norte de Santander.

Otro de los detalles que se pudo conocer de este consorcio es que desde hace varios años viene contratando en el sur del Cesar, en ese orden aparecen obras públicas como la construcción de la planta de tratamiento de agua potable, tanque de almacenamiento elevado y macromedición del sistema de acueducto de la cabecera urbana del municipio de González, por un valor de 1.700 millones de pesos.  Asimismo, aparece el contrato de obra construcción del hogar de paso del adulto mayor Alberto Celis Morón, en Curumaní por mil 87 millones de pesos; entre otros.

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