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Lloverán elecciones atípicas en el Cesar y atraso para los pueblos

La mala hora que vivió La Jagua de Ibirico, donde los mandatarios que llegaban al cargo de alcalde no terminaban su periodo constitucional, y que fue roto por el senador Didier Lobo Chinchilla, parece que volvió a tomar fuerza desde el año 2019, y no precisamente en dicha localidad, sino en el departamento del Cesar, donde ya es costumbre que por las malas actuaciones administrativas, disciplinarias o penales algunos mandatarios no terminen su periodo, dejando consigo un eminente retraso en el desarrollo de las poblaciones, las cuales de por sí ya vienen con un retraso monumental a raíz de la oleada de corrupción que las ha azotado durante las últimas décadas.

El año pasado fueron dos municipios los afectados, El Paso y Codazzi, allí ninguno de los dos alcaldes terminaron su periodo constitucional, el primero Hidalfo de la Cruz, quien se vio envuelto en actos de presunto proselitismo electoral junto a su esposa, para la contienda electoral del pasado mes de octubre, lo que le acarreó una detención para ambos que lo apartó del cargo durante los últimos 4 meses que le restaban, el pueblo terminó con un alcalde encargado, y con más sinsabores que acierto por parte de esa administración, los problemas de empleo y solución a la falta de agua a los que se había comprometido el alcalde aún se encuentran sin resolver.

El segundo alcalde fue Luis Vladimir Peñalosa de Codazzi, quien por corrupción y pedir dádivas a contratistas fue enviado a la cárcel judicial de Valledupar, en ese municipio aún el pueblo paga los platos rotos de una mala administración, cero obras, y aun existen algunas deudas por pagar a contratistas a quienes le otorgaban contratos sin existir un Certificado de Disponibilidad Presupuestal. Hoy, este medio conoció que existen varios procesos en curso en la Fiscalía, debido a la manada de irregularidades dejada en la alcaldía por el alcalde que terminó su periodo constitucional en la cárcel.

El año 2020 además de haber sido muy accidentado, trajo consigo unas acciones jurisprudenciales, que dejaron a más de uno con la boca abierta. El primero fue la sacada del cargo a uno de los intocables del clan Gnecco, Luis Alberto Monsalvo, quien había sido elegido por segunda vez como gobernador del departamento, y que la justicia le pasó cuenta de cobro por sus procederes inapropiados cuando se lanzó por primera vez a dicho cargo. Su salida generó consigo un mar de desestabilidad gubernamental, y aunque aún sigue mandando en cuerpo ajeno, en el ambiente político aseguran que no es lo mismo él en el cargo como tal que mandando desde la finca donde está pagando prisión domiciliaria.

El escándalo de esta semana tuvo que ver por la captura del alcalde de Curumaní, Henry Chancón, quien está señalado de haberse aliado con los paramilitares cuando fue alcalde por primera vez de ese municipio, y de haber asesinado a una concejala que ejercía oposición a su gobierno. Chacón en su primer mandato le habrían dictado orden de captura, pero se dio a la fuga, de donde lanzó a su esposa como candidata a la alcaldía, la mujer ganó, pero el triunfo solo duró 15 días, pues un juez le declaró la nulidad por ser la esposa del exalcalde, que para ese entonces estaba prófugo.

Henry Chacón reapareció tiempo después, cuando aseguraba que ya todo estaba resuelto, se volvió a lanzar a la alcaldía y obtuvo el triunfo, no obstante, hoy a nueve meses de estar en el cargo lo envían a la cárcel por el mismo delito. En el periodo anterior debido a la suspensión de la esposa de este sindicado, Curumaní vivió a elecciones atípicas y en esta ocasión, al parecer, se repetirá la historia.

Curumaní es uno de los municipios golpeados por la violencia en el departamento del Cesar, hoy está olvidado en su zona corregimental, y los problemas de salud y agua potable, tienen años de existir sin que ningún mandatario haya hecho algo por solucionar.

De las interinidades, los encargo en los puestos de elección popular solo queda el retraso de los pueblos o los departamentos. Así se ve reflejado en la guajira. Aunque lo único seguro es que este no será el único alcalde del Cesar que no terminará su mandato, en lista de espera están, el alcalde de El Copey, Francisco Meza el de Aguachica, Robinson Manosalva y el de Bosconia, Edulfo Villar.

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