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#OTODOSONINGUNO

Por: Iván Cancino

No así no es, la coherencia para la defensa de garantías debe ser absoluta y las garantías deben protegerse, pedirse, exigirse y defenderse para todos por igual, tampoco pueden existir amenazados creíbles y no creíbles, al amenazado se protege y si ya está protegido se dice o se refuerza y si resulta ser falsa la amenaza pues que vengan las consecuencias, pero no esperar a que maten a esa persona o la hieran gravemente para creerle.

¿Existen procesados, acusados, imputados, o como les quieran llamar, de diferentes categorías? No pregunto por el delito, por la época o por el sitio geográfico, pregunto por las personas. Y es que me llama la atención que un buen sector de la población salga a defender la honorabilidad de ciertos servidores o ex servidores públicos, artistas o periodistas que están llamados a juicio, acusados, imputados o investigados y a la vez salgan a pedir el máximo castigo para otros.

No, así no es, las garantías son para todos, el derecho penal es de acto no de autor, se investigan hechos, no la identidad política de la persona, o si es famoso o no, o si es fan de un candidato, o si es precandidato, o si es de una región o de otra.

El poder punitivo el Estado lo debe ejercer sin mirar nada más que los hechos, cosa diferente en momentos en donde, por ejemplo, para individualizar la pena o para acompañar el hecho a imputar, se agregue una circunstancia de mayor o menor punibilidad que se relacione con el grado de educación y otras ventajas o desventajas que tenga la persona en su vida diaria.

No podemos dejar de lado que la Fiscalía como entidad y desde su nacimiento, no ahora, ni con este fiscal, sino desde siempre, puede haber contribuido a esa diferenciación, pero eso no es excusa para que todos los demás pidamos garantías según nuestro querer o no querer, según nuestro partido, nuestra religión, las garantías que tenga Petro deben ser las mismas de Uribe, las que tenga Fajardo las mismas de un ministro o cualquier servidor público.

El citante al debate de control político de una ministra resulta ser una persona que alega que lo engañaron al ponerle en su maleta estupefacientes, pero no cree que a ella la pudieron engañar.

Al interior de un mismo partido como el Centro Democrático (CD) protegieron en todo lado al ministro de defensa por las muertes en las marchas, pero ahora piden la renuncia de otra ministra.

No así no es, la coherencia para la defensa de garantías debe ser absoluta y las garantías deben protegerse, pedirse, exigirse y defenderse para todos por igual, tampoco pueden existir amenazados creíbles y no creíbles, al amenazado se protege y si ya está protegido se dice o se refuerza y si resulta ser falsa la amenaza pues que vengan las consecuencias, pero no esperar a que maten a esa persona o la hieran gravemente para creerle.

Seremos un país mejor cuando aprendamos que las garantías no son de cada uno, son de todos.

PD: Increíble sería que personas que pertenecieron a guerrillas y grupos terroristas que fueron cobijados por una impunidad total se opongan a una ley de amnistía que, aunque de entrada debe mirarse con cuidado, tiene aspectos buenos. Lo importante es respetar las garantías de las víctimas a reparación, verdad y no repetición y que condenados por desfalcar el erario no puedan obtenerla sin haber devuelto el recurso, entre otros puntos a ajustar.

 

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