Este sábado, el Papa León XIV presidió la Misa con rito de ordenación sacerdotal en la Basílica de San Pedro, consagrando a once nuevos presbíteros para la Diócesis de Roma. El solemne acto litúrgico contó con la asistencia de más de 5.500 fieles.
Durante su homilía, previa al rito de ordenación, el Santo Padre subrayó la importancia de la identidad sacerdotal, destacando que esta se fundamenta en la unión con Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, así mismo, animó a los nuevos presbíteros a vivir su vocación como una misión, no como un privilegio.
El Papa exhortó a los ordenandos a ser siervos de Dios “en un mundo real”, sin aislarse ni encerrarse en su rol, sino estando disponibles para todos. Les recordó que la misión sacerdotal se enmarca en el anuncio del Resucitado.
Entre los once nuevos sacerdotes ordenados, el más joven tiene 28 años y el mayor 49, reflejando la diversidad generacional en el nuevo clero romano.