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Pipe Guerra, la carta conservadora que necesita San Diego

Familiar, alegre, trabajador, temeroso de Dios y arraigado a los valores tradicionales, ese es Felipe Guerra Olivella, conocido como ‘Pipe’ Guerra, un hombre de 40 años de enamorado de su familia, la cual conformó hace más de 17 años, es esposo de Paola Pérez y padre de tres hijos, Tomás, Juan Felipe y Sara María, núcleo que lo ha impulsado a hacer las cosas bien. Ejemplo que además heredó de sus padres, una familia tradicional del municipio de San Diego que es referente de buenos principios en este municipio y que hoy se convierten en su carta de presentación.

Su hoja de vida

Desde temprana edad ‘Pipe’ Guerra despertó su vocación de servicio, después de formarse académicamente como administrador de empresas y negocios internacionales y especializarse en gerencia en Gobierno y Gestión Pública, además de estudios en Finanzas Corporativas y Contratación Estatal, ha logrado estar en diversas áreas del sector público y privado. En su hoja de vida reposa una larga experiencia que le permiten gozar de una amplia visión de lo que es administrar, además de proyectar un municipio; hizo parte de la Registraduría del Estado civil de Bucaramanga, por más de 10 años promovió el desarrollo empresarial en los santanderes y el Cesar con la expansión y cultivo de la palma de aceite industrializada, fue director administrativo de Inversiones Agropecuaria EPT, logró ser pionero en el área de la construcción y de infraestructura en el sector de la salud del Cesar, se desempeñó como Jefe de Recursos Humanos del Hospital Rosario Pumarejo de López, donde pudo conocer la situación real del departamento, también estuvo como profesional en la secretaría de Educación del Cesar y asesoró varias alcaldías del departamento en el área tributaria.

San Diego con fe

Hoy Pipe Guerra es el sentir de una comunidad que pide cambios, que sigue unas líneas conservadoras y que pide una mirada a lo social, a los niños, al campo, contextos que este hombre conoce muy bien, toda vez que ser padre es una de sus funciones diarias; además de su larga trayectoria en el escenario agropecuario. “Cuando he tenido la oportunidad de llegar a gerenciar, es para que le demos dinamismo y altura a la administración pública desde lo social, nuestra prioridad son los niños, soy un defensor como padre, de la niñez”.
En las pasadas elecciones regionales, este sandiegano postuló su nombre a la Asamblea del Cesar, ejercicio político del que logró más de 8 mil votos, estando a solo cien de lograr una curul en la Duma departamental; hoy nuevamente piensa en proyecciones que le permitan liderar procesos de desarrollo para sus paisanos, en esta oportunidad su anhelo es representarlos, ser el alcalde del pueblo más bonito del Cesar.
“Nosotros pusimos la mirada en nuestro municipio desde el ejercicio pasado, con una meta clara, San Diego debemos convertirlo en un polo de desarrollo regional, cuenta con las calidades y cualidades para generar desarrollo empresarial, todo lo que hicimos en otros escenarios a lo largo y ancho del departamento y en otras regiones del país, lo queremos replicar aquí”, dijo Pipe Guerra.
Según Guerra, quien hoy es la carta de los conservadores en San Diego, la mayor problemática de este municipio es el desempleo, “la gente carece de lo mínimo y básico para sacar sus familias adelante, como sandiegano neto que cree en las fortalezas de su gente, queremos fundamentar la defensa de las familias, la recuperación de aquello que se ha perdido, la tradición, la cultura, quiero convertir a San Diego en un polo de desarrollo del área metropolitana, que se convierta en un laboratorio de buenos resultados para replicar en toda la región. Quiero atraer inversión de capital empresarial privado con nuestra experiencia y relaciones para la generación de desarrollo y empleo”, expresó.
Además de poner como bandera las bases familiares, Guerra considera urgente intervenir el sector agropecuario, teniendo en cuenta que San Diego es una despensa agrícola en el departamento y la región, propiciar las oportunidades para que los jóvenes accedan a la educación superior y acabar de raíz la problemática del agua potable

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