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¿POLÍTICAS O IRRESPONSABILIDAD ESTATAL?

La verdad es que no entendemos las razones del por qué el Ministerio de Salud ha impartido ciertas directrices referentes a la pandemia, como postergar la segunda dosis de la vacuna Pfizer a doce semanas de la primera para la población de la etapa cuatro; si para nadie es un secreto que esta fue diseñada para un intervalo de tiempo de 21 días posterior a la primera dosis. ¿será que hemos ahondado tanto en el tema que nos faculta para tomar decisiones de esta magnitud?

Ahora que diríamos de la vacuna Sinovac para las personas mayores de 60 años o población vulnerable, la cual tiene comprobado científicamente una efectividad sobre el no contagio de un 50.7%; De todas las autorizadas en nuestro país, la de menor porcentaje de efectividad.  ¿Acaso esta no es la población que más deberíamos proteger?

Son muchos los desaciertos del Estado en el curso de esta emergencia sanitaria que nos acecha, y como muestra fehaciente podemos resaltar la suspensión de los toques de queda y pico y cédula, decisión que posteriormente es retomada en el marco de la Circular 037 del 2021 por el Ministerio de Salud a raíz del alto porcentaje de ocupación de camas UCI en todo el territorio colombiano.  Pero lo que más llama la atención es como el gobierno Nacional toma la iniciativa de presentar a través de los medios, una evaluación del impacto del proceso de vacunación en la reactivación económica y no hace de manera alterna un procedimiento similar con el fin de sopesar el crecimiento o decrecimiento del contagio; ya que estamos representando uno de los índices de mortalidad más alto a nivel mundial con un 0.227% poblacional.

En estos momentos, el Ministerio de Educación está orquestando el retorno a las aulas de clase, por tal razón esperamos que dicha institucionalidad se haya dado la tarea de ajustar los escenarios escolares a los protocolos de bioseguridad; esto con el fin de evitar rebrotes y una desobediencia civil más de las tantas que han entorpecido la buena marcha del país.  Como dice el dicho válgase el redundar, ojalá no resulte más nociva la cura que la enfermedad.

Por: Jacobo José Celedón Crespo

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