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Trabajadores de la salud en Valledupar piden auxilio, ¿quién podrá ayudarlos?  

La deuda de las EPS con las clínicas privadas en Valledupar asciende a más de $350 mil millones de pesos. A las privadas más pequeñas les adeudan entre $10 mil y $15 mil millones. La crisis aumenta con los despidos y el cese de actividades anunciada en los centros médicos de la capital vallenata en medio de la pandemia del Covid-19.

 Las clínicas privadas y las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) de Valledupar atraviesan un desequilibrio financiero por el dinero que le adeudan las EPS a estos centros asistenciales, quienes no han podido cancelar salarios a sus trabajadores de salud y han tenido que hacer prestamos en bancos para comprar elementos de protección de manera paliativa en plena emergencia sanitaria mundial provocada por el Covid-19. Las entidades de salud, en compañía de sus propietarios, que se pronunciaron ante la problemática económica que tienen los centros asistenciales de la ciudad que puede llevar a una parálisis generalizada en sus servicios.

Panorama en las clínicas privadas

Debido a la situación financiera que enfrentan, las IPS deben el salario de más de 5.000 trabajadores en el área de la salud junto con sus prestaciones sociales en Valledupar. Trabajadores de las Clínicas Médicos, Laura Daniela y Santa Isabel, se han pronunciado a través de sus sindicatos pidiendo el pago de hasta 15 meses de salario. “Nos preocupa sobremanera nuestra situación salarial, le solicitamos respetuosamente el pago de los salarios que nos adeudan hasta la fecha, siendo estos febrero y marzo, de igual forma nos sean canceladas la seguridad social que corresponde a salud y pensión, dejados de pagar el mes anterior, las Prestaciones Sociales dejadas de pagar hasta la fecha, las cuales son intereses de cesantías del año 2018, 2019 y primas del año anterior”, dijeron trabajadores a través de un comunicado.

 Semanario La Calle dialogó Álvaro Ernesto Portilla Molina, médico Ortopedista, Traumatólogo y propietario de la Clínica Erasmo Ltda. de Valledupar, quien habló del panorama financiero por el que atraviesa la entidad. “Tuvimos una reunión virtual con todos los gerentes de las clínicas privadas y estamos todos en la misma situación: no tenemos dinero. El mes pasado nos tocó hacer un sobregiro en el banco para poder pagar salarios y este mes nos toca hacer un préstamo en el banco para pagar salarios, ¿qué empresa puede ser viable si tiene que estar pidiendo plata prestada para pagar salarios?, no una vez sino dos veces y sin esperanza de que esto cambie. Por ahí salió en (un medio de comunicación local), que habían invertido $10.000 millones de pesos a la salud en el Cesar, afortunadamente le dieron dinero algunos hospitales, a la clínica de nosotros nos dieron 70 millones de pesos cuando la nómina de los trabajadores profesionales supera los 600 millones de pesos”.

El médico reconoció que están ejerciendo actividades sólo con el 30% de su capacidad, situación que no les ha permitido renovar contratos. “Estamos trabajando con el 30% de lo que normalmente facturamos, fuera de eso nos ha tocado comprar insumos costosos y hacer adecuaciones dentro de la clínica para prepararnos para atender pacientes Covid, lo cual hemos hecho y estamos preparados, pero no podemos sostener el ritmo de gastos y no podemos comprar más equipos si no nos pagan. Lo que nosotros hemos señalado a la opinión pública y a los entes de control nacional y departamental es que, o nos giran o llegará un momento en muy corto plazo de que no tendremos con que pagar salarios ni insumos para proteger a nuestros trabajadores”.

La deuda de las EPS con las clínicas privadas pequeñas asciende hasta los $15 mil millones. Los propietarios de las IPS aún no han recibido respuestas de las EPS, quienes regresan hasta las facturas de las clínicas sin facturar mientras el gobierno ejerce presión sobre ellas para que ejerzan el pago a los centros asistenciales privados.

El ‘barrejobo’ financiero de los hospitales

La situación no es diferente para los hospitales de Valledupar, quienes han dado advertencia de un posible cese de actividades por la falta de pago a sus empleados. Más de 50 empleados fueron despedidos de distintas áreas del hospital Rosario Pumarejo de López.

En el Hospital Eduardo Arredondo Daza, no hubo renovación de contratos, lo que generó enormes criticas puesto que varios concejales de la ciudad aseguran que se trata de una persecución política contra dichos empleados que no hace parte de la corriente política del alcalde.

Sin embargo, según Holmer Jiménez, gerente de la entidad, aseveró que la no renovación de contratos se ha dado dependiendo la necesidad del talento humano, además que han sido puntuales con los trabajadores de planta a quienes se les pagó el mes de abril y para los contratistas a los que se les canceló el mes de marzo y esta semana el mes de abril. Esta situación ha sido la confirmación del hueco financiero que tienen estos centros asistenciales, quienes aseguran no estar preparados completamente para atender pacientes de Covid-19 y otras enfermedades respiratorias.

Las EPS adeudan al HEAD aproximadamente $10 mil millones, Jiménez Ditta comentó que, pese a que están siguiendo una ruta, aún falta para estar preparados en la atención a pacientes de Covid-19. Además, de todos los centros que existen son unos pocos los que están en funcionamiento.

“La situación del HEAD no es diferente a lo que está sucediendo con las instituciones de salud aquí en Valledupar y a nivel nacional. Esta crisis ha traído todavía una situación más difícil en la parte financiera de todas las instituciones de la salud y en el HEAD no es la excepción. Las deudas con las EPS, debido al problema de la pandemia, tenemos una productividad apenas del 30% del HEAD en la cual solamente de los siete centros urbanos en Valledupar, solo están funcionando tres y eso sólo en los servicios de urgencia. Nos estamos preparando para poderle cumplir en la contratación a las EPS y cumplir con las metas organizando equipos multidisciplinarios para realizar visitar domiciliarias, estamos trabajando parte de la consulta externa con tele gestión y tele consulta para poder subsanar los servicios que hoy no se están prestando presencialmente. La única diferencia que tenemos con los demás, es que, al personal de la salud, estamos pagándole al día a nuestros trabajadores”.

Jiménez Ditta advirtió que se encuentran ejecutando un orden administrativo y dentro de ellos, disminuyendo las horas de contratación con el propósito de mantener el personal de consulta externa.

“Teniendo todo esto que está sucediendo, estamos haciendo un reordenamiento administrativo con esto un reordenamiento del recurso humano, teniendo en cuenta que gran parte del talento humano trabaja en la consulta externa, la cual está cerrada hasta nueva orden de dirección nacional por parte del Ministerio de Salud y de orden presidencial. Por lo tanto, estamos tratando de ahorrar y disminuir los egresos del costo del hospital, una disminución en las horas contratadas a gran parte del recurso humano que trabaja en el área de consulta externa con el fin de mantener el mayor tiempo posible, el mayor número de trabajadores dentro del HEAD. Estamos esperando que se den directrices nacionales para que de manera escalonada se comiencen los servicios poco a poco y así poder comenzar a realizar ciertas actividades cumpliendo con las normas de bioseguridad, utilizando los equipos de protección personal, esperando los tiempos necesarios entre una consulta y otra e iniciar definitivamente con el servicio médico asistencial en todos los centros del HEAD”, concluyó.

Las quejas de los trabajadores del área de salud

Con frases como “¡Necesitamos Apoyo! ¡Salvemos nuestras clínicas! A las afueras de las clínicas Médicos Ltda, Alta complejidad y Erasmo, salieron varios trabajadores del área de la salud y administrativos entre enfermeros, médicos, mensajeros, camilleros, auxiliares… en un plantón para exigir el pago de sus salarios y la adquisición de elementos de bioseguridad. Los empleados aseguran sentirse abandonados por el sistema de salud en medio de la emergencia sanitaria.

“En el HRPL nos deben más de 10 meses de salario, no sólo al personal médico sino a trabajadores de otras áreas. Realmente nos sentimos abandonados por el gremio en esta contingencia en la que no tenemos los materiales de protección indicados para poder atender a los pacientes de Covid-19 que puedan llegar. Tenemos familias, hijos y debemos mantenernos. Esta situación es delicada y critica en medio de esta emergencia nacional”, dijo trabajador que quiso mantener su identidad anónima.

 

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