Encendidas tiene las alarmas la Procuraduría Ambiental Agraria del Cesar por ‘la dormida en los laureles’ que tienen las autoridades ambientales del departamento frente a las diversas problemáticas que se están evidenciando en los ríos y quebradas.
Denuncias a tutiplén por parte de la comunidad del sur del Cesar llevaron a que la Procuraduría Ambiental ‘se pusiera las botas’ y decidiera conocer de tú a tú lo que viene pasando con uno de los recursos naturales más importantes y encontraron un panorama desalentador para el Cesar.
Semanario La Calle pudo conocer que el informe de La Procuraduría Ambiental, que deberá rendir en los próximos días, apunta a que no dejará pasar una negligencia más, pues según pudo comprobar la entidad, es un verdadero fiasco, donde hay mucho dormido calentando puesto, dejando pasar la situación y salvaguardándose en que la competencia no es de su manejo, mientras los ríos y cuencas están cada vez más secos.
Un arduo trabajo de sol y caminos por recorrer fue el que realizó la Procuraduría Ambiental Agraria días atrás, donde en compañía de la Secretaría de Ambiente, Corpocesar, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y la Agencia Nacional Minera Regional Cesar conocieron las diferentes quebradas del Sur del Cesar, donde encontraron que agua en el departamento ya no hay, y nadie dice nada.
Los que se secaron
Las quebradas y ríos que atraviesan un panorama desalentador si de hablar del sur del Cesar se trata, donde la Ruta del Sol está haciendo de las suyas, mientras que el resto come calla’o están: Río San Alberto del Espíritu Santo, Quebrada Torcoroma de San Martín, Quebrada Buturama de Aguachica, Quebrada Floresta de Pailitas y la Simaña de Pelaya, estas como las más alarmantes.
¿Cuál es el problema?
La construcción de proyectos viales se convirtió en la crónica de una muerte anunciada de los ríos del Cesar, mientras por un lado se jactan de hablar de desarrollo y mejoramiento de vías para la sociedad; por otro lado matan a paso apresurado las quebradas de los cesarenses; mientras las autoridades competentes prefieren dejar pasar la situación por el lado y hacer de cuenta que nada está pasando, la comunidad pide a gritos ayuda y un pare a la situación.
La Secretaría de Ambiente a diferencia de Corpocesar, que calla para otorgar, si se lanzó al ruedo sobre lo que se está presentando con las quebradas del departamento, “fueron 20 afluentes en total que visitamos, de los cuales solo cuatro tienen agua, por situaciones que todos conocemos como las acciones antrópicas de deforestación y por otro lado el Fenómeno de El Niño”, dijo el secretario de Ambiente del departamento, Andrés Arturo Fernández.
Problemática que el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos aún no tiene clara, dado que al parecer no ha recibido el informe completo del delegado que asistió a esa comisión.
“La corporación asistió en compañía del ANLA, el Procurador Ambiental, Secretaría de Minas y Ambiente, por solicitud del Procurador para Asuntos Ambientales, Rafael Cantillo, la próxima semana se realizará una reunión del equipo técnico donde saldrá un concepto que se dará a conocer a la opinión pública; no puedo decir más porque no me puedo saltar el proceso que se viene trabajando”, aseveró Kaleb Villalobos.
Se tiran la bolita
Más claro no canta un gallo, el recorrido fue la brújula con la que la Procuraduría Ambiental Agraria comprobó que los proyectos que adelantan para la construcción de vías en el Cesar, entre otros factores, están secando los ríos y por ende están afectando el medio ambiente, como diríamos coloquialmente, ‘están sueltos de madrina’, sacando material de arrastre, traspasando los límites que se establecen cuando se otorgan los permisos, porque la distancia permitida solo queda en el papel, razón por la que hoy los dueños de proyectos hacen su santa voluntad.
Según pudo conocer Semanario La Calle, el ANLA otorga los permisos para dichos proyectos a trocha y mocha pero de seguimiento nada; razón por la que los proyectos han venido acabando las quebradas sin pena ni gloria; situación que le sirve a Corpocesar para echarse la mejor lavada de manos y respaldarse con un muro de contención, salvaguardando sus acciones frente a la problemática, aseverando ‘que no tiene velas en ese entierro’, versión que no tiene peso frente a La Procuraduría Ambiental, que considera que todos hacen como juez y parte en dicha situación, pues la falta de control y seguimiento ha sido la primera falla que se ha cometido y mientras que la Corporación no tome cartas en el asunto, haciendo uso de su autonomía y de las facultades que como entidad tiene, la situación será de nunca acabar.
Otra entidad que es nula ante estas problemáticas es la Secretaria de Ambiente, una oficina que es relativamente nueva y que hasta la fecha solo ha sido una fachada para ocupar un cargo más que se suma a los tantos que hay de corbata en el departamento; pese a que la oficina no tiene las facultades para sancionar, a la fecha está ‘dormida en los laureles’, pues ni siquiera para ‘puyar’ y denunciar ha tenido fundamento, sin embargo al parecer otro sería el cantar del Secretario de Ambiente.
“De acuerdo a lo que nos ha manifestado el Gobernador, su petición en conjunto con la Secretaria de Ambiente del departamento es que sí van a otorgar licencias ambientales, lo mínimo que debería hacer la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, es un control y seguimiento con una periodicidad no mayor a dos meses, debe ser bimensual, pero resulta que solo hacen una al año y eso es una gran falla”, afirmó, Andrés Arturo Fernández.
Quien además dijo que, “aquí hay que empezar hacer sanciones, no se puede seguir siendo permisivos, ese es el llamado que le haceos al ANLA, para que ellos mismos se cercioren cómo están las cosas, por otro lado no solo se le puede exigir a Corpocesar como autoridad ambiental del departamento, porque esto es algo que nos compete a todos”, aseveró.
Lo cierto del asunto es que en los próximos días cada entidad deberá rendir su propio informe sobre la situación para concertar de una vez por toda la situación. La Calle pudo conocer que la Procuraduría Ambiental está decidida a ponerle la lupa al que tenga que hacerlo sin compasión, porque que de que hay culpables, los hay.