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¿CONFINAMIENTO CON HAMBRE?

Por: Francisco Cuello Duarte

 Cuando uno se pega un martillazo metiendo un clavo en la pared, normalmente el vecino, en un acto solidario, le dice en el oído, como lo canta Juan Luis Guerra, en “El Niágara en bicicleta”: “¡tranquilo, Bobby, tranquilo! Lo lógico entonces, para conservar el derecho a la igualdad y la redistribución del dolor, es darle el martillo al vecino para que él meta la puntilla, y también reciba el mismo golpe en la uña, para ver si va a entonar la misma canción.

Y esto es lo que están haciendo algunos dirigentes políticos, gremiales, gurús de la economía, directores de medios de comunicación, con el bombardeo del mensaje, ¡quédate en casa!, pues creen que se va solucionar el problema, reduciendo también el estómago del pueblo confinado y en peligro de morir, ya no por el virus, sino de pura hambre. Invito a estos personajes a que se queden en casa con sus hijos, sin comida, con el bolsillo vacío, y me cuentan la señal que les envía el estómago al cerebro. Hablamos.

El Covid-19 produce desigualdad y desempleo.  Para enero de 2020 teníamos una tasa de desempleo, según el Dane, del 13%. En el Chocó era del 20%, mientras que en informalidad en Cúcuta era del 71%, Santa Marta con el 70%, Sincelejo con el 66% y Riohacha con el 61%. Para diciembre de este año el desempleo será del 20%, peor que la pandemia.

Si bien el aislamiento social, el distanciamiento y todas las medidas de protección que ha tomado el gobierno nacional han dado buenos resultados, se necesita reactivar la economía, como es el caso que nos muestra el alcalde de Neiva, una ciudad con 40 grados de temperatura, donde en las terrazas de los establecimientos se puede bailar bambuco, vallenatos y reguetón, sin amacizarse, conservando la distancia policiva pues cuando la pareja llegue a su casa, en la alcoba no hay distancias, ni tapabocas, ni caretas que se respete. El virus sale corriendo.

Neiva registra un índice de contagios respecto a su población del 0.031% sobre 400.000 habitantes. Bogotá tiene el 0.0065% y Medellín el 0.0013%. El problema de Gorky Muñoz Calderón, alcalde de Neiva, no es la iniciativa de abrir su economía, sino el peligro que significa su nombre ruso, en una sociedad de derecha, como la colombiana. “¡Tranquilo, Bobby, tranquilo!

www.cuelloduarte.com

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