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El festín de las vacunas en el Hospital Rosario Pumarejo de López

La vacunación contra el Covid-19 en el Hospital Rosario Pumarejo de López parece ser un juego de azar, algunos trabajadores tienen más posibilidades que otros de salir premiados con la dosis; así deja entrever la situación que está viviendo la entidad con el ‘desorden’ que tienen en la aplicación de los biológicos al personal administrativo, puesto han aparecido en las listas de la primera línea, cuando aún falta personal priorizado sin ser vacunado, y de otros no hay ni rastro en la base de datos.

Con denuncias ciudadanas en redes sociales y la versión de médicos activistas se conoció que en la segunda semana del mes de marzo fue el turno de vacunación para “algunos”, no todos, del personal administrativo, jurídico, aseadores, conductores y camilleros del Hospital, quienes no están contemplados y autorizados en la primera etapa por orden del Gobierno Nacional.

Frente a esta situación, la gerente Jackeline Henríquez, aseguró que las personas que están recibiendo la vacuna fueron aprobadas por el ministerio de Salud, pero además dejó entrever que lo importante es que se aplique las vacunas. “No hay ningún problema porque así aparece en la base de datos aprobada por el Ministerio de Salud, igual deben ser vacunados porque las vacunas no se pueden perder”.

¿De quién es el ‘desorden’ en este festín?

“Yo no tengo culpa que la base de datos la haya cruzado mal el Ministerio de Salud, o qué haya pasado, pero tengo las pruebas que he estado vacunando independientemente de quien sea, y si no vacuno, no pasamos a segunda y tercera fase” asegura  Jackeline Henríquez, gerente de la entidad.

Son muchos los cabos sueltos en estas irregularidades del proceso, Minsalud solicitó a las entidades públicas y privadas la entrega de la información correspondiente para formar esa base de datos maestra de vacunación, mediante los mecanismos electrónicos e identificó las personas a vacunar en cada etapa del Plan contra el Covid-19. De acuerdo con los grupos poblacionales priorizados y aprobados son de primera línea del talento humano en salud los que están directa e intensamente expuesto al SARS-CoV-2  y adultos mayores de 80 años. La normativa indica que deben seguir las directrices por ser un proceso que avanza gradualmente.

Por otro lado, la Secretaría de Salud Departamental  desde el pasado 20 de febrero entrega cantidades de vacunas a los directivos y como dice el dicho ‘que las repartan como quieran’, saltando las listas de la población prioritaria. Queda la incertidumbre, si sobran biológicos, o si las vacunas también cayeron en la mala administración e inoperancia demostrada por la gerente del Hospital.

Lo más crítico, es que hay especialistas y enfermeras auxiliares que atienden Covid-19 esperando el milagro de la vacuna porque no hay ni rastros de ellos en los listados, mientras, los administrativos ya están cómodos en sus escritorios y felices con la inmunización. Sumado a ello, la problemática aguda que tiene este ESE con las millonarias deudas salariales y despidos masivos injustificados. Ante esta situación urge la intervención de la Superintendencia de Salud y otros organismos de control para investigar y sancionar este tipo de conductas que llevan en detrimento a un importante centro de la red pública de salud del Cesar.

Cabe señalar, que la funcionaria debe presentarse a debate de control político con los honorables diputados en la Asamblea Departamental el día 16 de marzo, con informe detallado de su gestión y respuestas ante tantos cuestionamientos.

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