Full, pero full está el despacho de la Gobernación, las alcaldías, Asamblea y los Concejos en el departamento del Cesar, esto a raíz de que nadie trabaja de gratis y hoy todo el mundo está pasando la cuenta de cobro a quienes les hicieron campaña a cambio de que los tuvieran en cuenta si llegaban a conseguir el triunfo en las urnas; es por ello, que con hoja de vida en mano se divisan largas filas de personas esperando que el mandatario, sea cual sea el cargo que ocupe, los tienda, le dé su respectivo golpecito en la espalda y le dé esperanzas ¡cuente con eso, pero en marzo! Palabras célebres que por estos días ayudan a tener por unos días a sus electores felices.
En las alcaldías de algunos municipios del Cesar se ve mucho este fenómeno, sobre todo en las alcaldías donde fueron elegidos los novatos, los que se eligieron supuestamente por el fervor popular, en estos municipios los mandatarios ya establecieron tres días de la semana para atender a su público en horarios extenuantes que van desde las cinco de la mañana hasta entrada altas horas de la noche, en algunos casos, esto con el fin de supuestamente mantener la humildad con la gente que los eligió. Pero a decir verdad esto no es malo; sin embargo, los exalcaldes expertos en el manejo de la administración pública, y más cuando se trata de municipios de sexta categoría, si bien saben que se deben a sus electores, no se pueden quedar todo el tiempo encerrado en su oficina, pues la gestión de los recursos está o en la capital del departamento o en la capital del país, que es donde deben radicar los proyectos para así poder satisfacer las necesidades de sus comunidades.
En medio de las novatadas hay tres alcaldes en el Cesar que ya demostraron que serán los próximos ‘Luchito’ Peñaloza, debido a que en sus ínfulas de reyezuelos de pueblo han dictado unas medidas que dejan en entredicho su preparación para estar en dichos cargos públicos, al punto que dos de ellos ya están en la mira de la Procuraduría, además esos mismo dos actuales mandatarios también tendrían líos antes de llegar al cargo como alcaldes, por lo que ya los contradictores empezaron a revisarles su pasado, y todo porque ambos llegaron casando peleas con quienes, al parecer, no tenían que casarlas.
Mientras los alcaldes primíparos quieren sacarse la ‘jaba’ con el pueblo, los viejos zorros de la política, unos repitentes y otros porque ya estaban untados de burocracia, ni cara le dan al pueblo, hay alcaldes de algunos municipios que después de que fueron electos no atendieron a nadie, se han dedicado a revisar números, contratar buenos juristas y expertos en proyectos, armaron su equipo de trabajar y listo, adiós al elector primario, ni los atienden y mucho menos les dan la cara.
Lo mismo estaría pasando en la Asamblea del Cesar, allí algunos diputados de vieja data, es decir los repitentes que tienen dos y tres periodos, no atienden a nadie, solamente a sus amigos selectos, mientras que el que llega con la hoja de vida bajo el brazo es atendido por la secretaria que sirven de escudero, mientras los diputados salen por la puerta trasera conexa a la gobernación del Cesar. Esta vieja práctica la han copiado hasta a los nuevos disputados que anteriormente atendían a todo el mundo, ahora también se esconden para no darle cara al pueblo.
Pero si por la gobernación, las alcaldías y la asamblea llueve, por el concejo de Valledupar no escampa, allá no hay quien de razón de nada y el mandamás que funge como presidente salió igual a su padre, es bueno para armar coaliciones, hacerse del lado de la mermelada pero jamás que lo vean untado de pueblo, lo de él es selecto, a su oficina llegan solo personalidades de interés, es decir que le genere algún beneficio personal al ‘reyezuelo’, es por ello que del concejo aquel de hace ocho años de concejales serviciales, amables y con sabor a pueblo ya no quedan muchos, puro tinterillo con ínfulas de dictadores.