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TIEMPO PARA MI MADRE

Por: Alcira Corzo.

El próximo 31 de mayo, termina este mes dedicado a reconocer los méritos y la abnegada labor de las Madres. En la mayoría de la vida de los seres humanos, la Madre es una de las personas más importantes, por eso mis amigos lectores quiero finalizar este mes de madres compartiendo una reflexión, propicia para pensar un poco y no esperar que sea muy tarde para darle amor, dedicación y tiempo a nuestras Madres.

Ayer fue el día más triste de mi vida. Ayer enterré a mi madre. Cuando miré su adorable cara y su cabello canoso por el tiempo, me di cuenta de que esta sería la última vez que la vería. Muchos pensamientos vinieron entonces a mi mente, cuando por las tardes o noches no teníamos quien cuidara a nuestros hijos, acudíamos a mi madre porque no queríamos perdernos la función de cine, o la fiesta en casa de un amigo.

Ella nunca se negó, jamás nos dijo que tenía otros planes o yo no quise darme cuenta. En una ocasión me prometí comprar un boleto extra y llevarla a ver las películas que le gustaban. Pero nunca compré ese boleto.

Una vez nos encontramos en la panadería y vi que su suéter estaba un poco desteñido y viejo. Entonces pensé que debería llevarla al centro y comprarle algo nuevo, sabía que, aunque ella lo necesitaba, nunca me lo pediría, así era ella. Pero siempre tuve otras cosas que hacer y mi madre siguió con su suéter viejo.

Recuerdo su último cumpleaños, le mandé unas rosas rojas bellísimas, con una nota que decía: Lamentamos no poder estar contigo en esta fecha, pero con estas rosas te enviamos todo nuestro amor. La verdad es que no tenía tiempo, esa tarde había un programa de televisión interesante y por la noche estaba invitado a una fiesta.

Recuerdo la última vez que la vi, fue en la boda de una prima, se veía más vieja y cansada. Entonces pensé mandarla a unas vacaciones, que se asoleara un poco para que no se viera tan pálida, pero nunca lo hice, siempre tuve supuestamente cosas más importantes que hacer.

Si yo pudiera regresa el tiempo, le compraría los vestidos más bonitos, la llevaría de paseo alrededor del mundo y pasaría su cumpleaños a su lado, si pudiera regresar el tiempo la mandaría a todos partes, pero ya es muy tarde. Hoy está en el cielo y yo estoy aquí enfermo del corazón por todas las oportunidades perdidas. Hay un refrán popular que dice: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.

La vida es muy corta, muy corta, no esperemos que sea demasiado tarde para decirle cuanto la amamos. La palabra de Dios dice: “Honra a tu padre y a tu madre, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

 

 

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