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Saúl Mindiola sería el responsable que Pueblo Bello se quede sin gas

Frenado se encuentra el proceso de consulta previa con la comunidad indígena para llevar gas natural al municipio de Pueblo Bello, debido a que las autoridades arhuacas, lideradas por Saúl Mindiola, exigen 200 millones de pesos para garantizar encuentros de concertación a fin de analizar los impactos ambientales que el proyecto tendría en la Sierra Nevada de Santa Marta. Además, piden como plazo tres meses para ello, pero la empresa Gases del Caribe y la Gobernación del Cesar manifestaron que no cuentan con ese tiempo.

Esto tiene molesto a los pobladores de la cabecera municipal que hoy ven empantanada su esperanza de dejar de pagar 60 mil pesos por un cilindro de gas, que, en muchos casos no les alcanza para el mes; mientras otros afectan su salud cocinando con leña. Pero los indígenas insisten que deben ejercer el derecho a la consulta previa, debido a que el proyecto podría afectar sus costumbres y cultura.

Esto ya que Pueblo Bello queda dentro del resguardo, y por lo tanto les corresponde a las autoridades arhuacas tomar una decisión.

La administración departamental dijo que el máximo tiempo que pueden dar es hasta el 30 de marzo, por lo que el proyecto habría sido retirado.

Esto motivó a que un grupo de pobladores de Pueblo Bello iniciaran la recolección de firmas para enviar una carta al gobernador Francisco Ovalle Angarita, para que reconsidere la decisión de declinar la ejecución de este proyecto que beneficiaría a unas dos mil personas, con una inversión de 4.500 millones de pesos, de los cuales un aporte lo hace la Gobernación y el resto Gases del Caribe.

Aixa Mestre, habitante de este municipio pide que se les instale el gas “porque un cilindro grande cuesta 160 mil pesos y dura 50 días. No podemos dejarnos bagaciar de esa gente, porque todos resultamos afectados, incluso ellos, ya que muchos indígenas viven en la cabecera municipal. Llevamos esperando alrededor de ocho años este proyecto y no podemos dejar que se esa plata que se dispuso para el gas se la lleven para otro lado, cuando Pueblo Bello lo necesita”, expresó.

Aseguró que hoy es un problema grave el que tiene Pueblo Bello, por un lado, porque hay mucho consumo de leña y carbón para poder cocinar, mientras que otros que tienen un poco más de recursos compran a costos elevados los cilindros de gas.

“Nosotros como comunidad, de alguna u otra manera debemos enfrentar esta situación que se viene acarreando con lo del gas, ya que las administraciones pasan y las obras deben quedar en el municipio y a quien de verdad nos afecta que el proyecto del gas no se dé es a la comunidad en general”, dijo el concejal José Francisco Suescún Balvuena.

El corporado pide a quienes le corresponde que no echen en saco roto esta opción e instalen el gas que tanto necesitan.

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“Estoy de acuerdo que estamos en un territorio que hace parte del resguardo indígena, pero nosotros como comunidad que no somos arhuacos también tenemos derecho. Cuando estos proyectos son prioritarios para la comunidad el tiempo es relevante. Esta obra no está afectando lo que tiene que ver con los indígenas, ya que va por un lado de la vía con lo que no se afecta para nada su cultura”, acotó.

‘Rifi rafe’ político

Quienes tienen los medios económicos pagan por un cilindro de gas entre 60 y 150 mil pesos.

Pero más allá de las costumbres y culturas indígenas, la negativa este proyecto parece tener un tinte político, por parte de los opositores de la administración, liderados por Saúl Mindiola quienes estarían utilizando a las comunidades indígenas para frenar el desarrollo del municipio.

“Lamentablemente este proyecto de gasificación para el municipio ha sido truncado debido a que nuestras autoridades indígenas se encuentran permeadas por política, es un proyecto que se ha politizado. Está bien que la consulta previa es un derecho constitucional, pero debemos tener en cuenta que el interés que media es un servicio público domiciliario, la comunidad tiene derecho a gozar de ello, más cuando es una población de escasos recursos y vulnerables”, dijo un miembro de la comunidad indígena, que prefirió ocultar su identidad.

Aseguró además que deben dejar la política a un lado y mirar el interés de la comunidad.

“Nuestras autoridades pueden hacer un esfuerzo y sacar la consulta a la que tenemos derecho, en un término estipulado”, acotó.

Mientras que el concejal Suescún dijo que desde la corporación municipal se le está diciendo a la comunidad que este es un problema de todos, y que como comunidad tienen que hacer frente porque se avecina una contienda electoral y por ahí es que están utilizando el tema para entorpecer el proyecto.

 Puntos de vista

Luis Alfonso Lengua Vera, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio María Concepción, dijo que ha sido muy nefasto para el municipio el hundimiento del proyecto, porque era la esperanza que tenían, debido a que podrían ahorrar dinero. Además, en la parte de salud sería beneficio ya que hay muchos que cocinan con leña, y se dejarían de cortar árboles, favoreciendo al medio ambiente.

“Ha sido muy negativo esto para el municipio porque esperábamos que la comunidad indígena se viera abocada a favor de este proyecto o realizar la consulta para que esto se diera, porque gran parte de ellos están en el municipio y también se beneficiarían. Mi llamado es a que se retomen los diálogos, que se sienten y se retome la consulta si es lo que tienen que hacer porque los que nos afectamos con su decisión es la gente del común”.

Virgilio Villazon, exconcejal de Pueblo Bello aseguró que el gas es una necesidad que tiene la población y que desaprovechar ese proyecto en estos momentos que se necesita, es lamentable.

“Aunque los indígenas no se están oponiendo del todo, están dilatando el proceso. Primero pusieron un mes, posteriormente tres meses, por lo que Gases del Caribe y el representante de la Gobernación se levantaron de la mesa. Esto tiene un tinte político y los perjudicados son la comunidad. Es un proyecto de un servicio para la comunidad sin distingo alguno”.

Willian Andrés González, comentó que se ha echado para atrás un proyecto que es de mucho beneficio para todos. “Ellos solo piensan en ellos y se están tomando esto como algo político donde creen que por no dejar entrar el gas ellos, van a sumar con el pueblo cuando lo que están haciendo es echárselo en contra”, dijo.

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Además, asegura que los que toman la decisión son unos pocos que tienen casa en Valledupar y tienen gas, por lo que no les importa el proyecto, pero “¿qué ganan ellos con atrasar a un municipio donde sus habitantes pagan cilindros de gas a 60 mil pesos?, pudiendo pagar un recibo de gas mucho más económico”.

Marcelino Gutiérrez Pérez, dice ser uno de los más perjudicados con echar para atrás el proyecto ya que se dedica a la venta de fritos, por lo que su consumo de gas es alto y tiene que pagar hasta 350 mil pesos al mes en cilindros.

“Es algo absurdo, porque el municipio necesita el gas urgente. Es un beneficio para todos. Con el gas natural todos mejoraríamos la parte económica”, precisó.

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